Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe
183 compone de 30 mil cámaras de seguridad instaladas en 16 estados del país. El costo füe de 1.080 mi- llones de dólares, y se implemento por la empresa CEIEC, la que también desarrolló el Sistema Tecno- lógico de Seguridad Penitenciaria (Sitesep) (Petit, 2019). China. Su presencia no ha sido vista con buenos ojos en EE.UU., y es que a pesar de los cambios de gobierno en Bolivia y Ecuador, con la salida de Rafael Correa y Evo Morales, el fortalecimiento de tec- nologías de vigilancia puede ser un arma de doble filo donde existen crisis democráticas. Es por estas razones que además del dilema ético y social que supone la utilización de tecnologías de vigilancia biométrica como un elemento ampliamente extendido en la región, pero no por ello necesariamente regulado, se debe sumar el factor geopolítico como un elemento clave cuando se trata de la implemen- tación de estas tecnologías, pues lo que representa estrechar lazos con China y EE.UU., sea con ambos, o bien con solo uno de estos dos actores, es una variable que acopla al alineamiento político de los países de la región, lo que podría suponer una división en bloques en caso de agudizarse las tensiones entre estas dos superpotencias 9 . Las intervenciones chinas en la región han encendido las alarmas en las mesas de decisión de los paí- ses tradicionales, especialmente de los Estados Unidos, que siempre tienen un ojo puesto en su “patio trasero”, y en sus aliados tradicionales como Reino Unido. Este último de hecho, en medio de este con- flicto que ha llevado a varios países, por orden explícita de Washington, prohibir a Huawei introducirse en sus mercados (en sus distintos servicios tecnológicos e infraestructura), está llamando a conformar una alianza tecnológica entre los países del G7 más Australia, Corea del Sur e India, para juntos explorar alternativas ante el avance de la red 5G de tecnología china (Sherman, 2020). No obstante, los datos nos cuentan que sobre todo Huawei, cuenta con una nutrida presencia en varios de los países mencionados y otros Estados cercanos, proveyéndolos con la tecnología necesaria para montar sistemas de vigilancia. La continuidad del desarrollo tecnológico como política de Estado, y la enorme inversión en investigación y desarrollo de parte de las empresas comienza a dar frutos a China. El problema de Occidente versus la tecnología china no pasaría tanto por si es positiva o negativa para los intereses, sino por la escasez de alternativas, lo que genera el miedo a un apalancamiento de parte de Beijing que haga las cosas un tanto más difíciles. Sin embargo, la bandera de la protección de los datos personales es en este caso no sólo la alternativa más aceptable en términos políticos (reconocer- se atrás en la carrera indicaría debilidad), sino también la más securitizante. Por ejemplo, fue así como Trump estaría logrando quitar a Bytedance, la división internacional de TikTok (De Haro, 2020). Algunos analistas como Gerstell y Metzl (2020) tienen esperanza en que EE.UU. y China, así como hizo Washington con Moscú para evitar la proliferación nuclear, unan fuerzas en esta pandemia para un trabajo interdependiente junto con la OMS que permita frenar la pandemia. Para ello sugieren la labor coordinada de las agencias de inteligencia más el empoderamiento del organismo liderado en estos días por el Dr. Tedros Adhanom. El daño colateral de esta decisión implicaría un uso intensivo de datos personales, los cuales además traspasarían fronteras al entenderse la pandemia como un problema global. En ese sentido, la legislación de la Unión Europea (UE) se aprecia como la más avanzada en términos de protección de datos, y será la vara con la que compararemos lo que sucede en nuestra región. 9 A propósito de esto, se insta a revisar y leer la propuesta de “No Alineamiento Activo” que ha surgido como respuesta a las posi- bles situaciones de conflicto que se puedan dar, asegurando la necesidad de estabilidad en la región y recalcando la interdepen- dencia ambivalente de los países latinoamericanos hacia China y EEUU, a la vez. Latinoamérica: no alineamiento y la segunda Guerra Fría de Carlos Fortín, Jorge Heine y Carlos Ominami en Foreign Affairs.
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