Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe

180 China exporta tecnología de vigilancia a 63 países de los cuales 36 se han suscrito a la BRI. Además, sólo Huawei Technologies Co., líder en proyectos de redes inalámbricas 5G de última generación, pro- porciona tecnologías de vigilancia basados en IA a por los menos 50 países y en específico, exporta tec- nología de reconocimiento facial a 31 de los 67 países que usan este método. Las otras empresas chinas más importantes que realizan esta labor en el mundo son Hikvision, Dahua, ZTE, Infinova y CEIEC, pero no son las únicas, pues en este mercado también tienen gran incidencia la empresa japonesa NEC Corp., que suministra esta tecnología a 14 países, 11 de los cuales usan tecnología de reconocimiento facial; seguido de las estadounidenses IBM 6 que se encuentra en 11 países, de los que 9 usan reconocimiento facial, Palantir en 9 y Cisco en 6; además de empresas francesas, alemanas, suecas, rusas, británicas e israelíes que secundan a los tres grandes (China, EE.UU. y Japón), enfatizando que China y EE.UU. son los más importantes por su incidencia geopolítica en el desarrollo de este campo. En Europa, región donde más se ha regulado el uso de tecnologías de vigilancia, China ha logrado que Turquía, Serbia, Italia, Francia, España, Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Rumania y Ucrania usen su tecnología, y que 6 países (Italia, República Checa, Serbia, Rumania, Ucrania y Turquía) se suscriban a la BRI, por lo que su penetración se puede describir como efectiva y altamente replicable (Feldstein, 2019). 6 Las empresas de capital americano cuentan con una amenaza en su propio patio. La enorme influencia de sus consumidores, la cual puede ser tan aterradora como la de su Senado. Fue así que IBM anunció (Peters, 2020) la decisión de detener la investigación en tecnología de reconocimiento facial, así como su comercialización. Esta decisión fue acompañada con las declaraciones de su CEO actual Arvind Krishna, quien pidió a las agencias de gobierno que determinen la correcta aplicación de estas tecnologías, pero que la empresa se opone a su uso para la violación de derechos humanos básicos tales como la vigilancia masiva, la discriminación racial, entre otros, los cuales son ofrecidos por otras empresas presentes en el mercado de los EE.UU. (S/A, 2020g).