Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe
109 CONCLUSIONES En primer lugar, es de suma importancia resaltar la necesidad y responsabilidad que tienen los Estados de acordar y cobijarse en procesos de reconocimiento de la población migrante venezolana como refu- giados. Esto implica la identificación de la complejidad que atraviesa dichos procesos de desplazamien- to, como coinciden, tanto Brasil, Colombia y Perú, ser refugiado habla de condiciones que empujan a las personas a salir de su país de origen, si bien se tratan de diversas causales, estas coinciden en un riesgo a la seguridad y bienestar humano, que limita las garantías y libertades que afectan las mínimas condiciones económicas, sociales, de salud física y mental . Por lo general, la magnitud de estos proce- sos alcanzan grandes escalas, como es el caso de la ola migratoria que se ha vivido en los últimos años desde Venezuela a diferentes partes del mundo, siendo los principales receptores países cercanos, esto da cuenta de condiciones de inseguridad y vulneración de derechos sistemática. Teniendo en cuenta esto, como se mencionó a lo largo del texto, el rol del Estado es clave para afrontar la crisis humanitaria que vive la población. Por un lado, sus principios se fundan en la dignidad huma- na, y en la democracia como un marco de garantía de derechos para el pleno ejercicio de la libertad. Por otro lado, desde el enfoque de derechos humanos el Estado se entiende como un actor clave en la gestión de demandas, es decir, sus acciones en política migratoria deben avanzar desde una visión de asistencia a una de reconocimiento de sujetos de derechos, a los cuales, a través de mecanismos insti- tucionales, se les debe devolver la posibilidad de sus libertades y garantías consagradas como fruto de las transformaciones en el entendimiento del ser humano. Es fundamental mencionar que se hace necesario una lectura del fenómeno en un contexto de demo- cracia, y hablar sobre la calidad de gestión en materia migratoria, entendiendo que los instrumentos y políticas deben comprender la integralidad del bienestar y ser inherentes a la condición de dignidad humana. Es decir, los Estados democráticos tendrían el deber entonces de comprender los procesos de migración con una mirada holística, y que apuesta por superar la igualdad formal y avanzar hacia una sustantiva; en donde, como indica De Sousa Santos, no se viva en un mero discurso democrático atravesado por las contradicciones de sectores de la población en inminente peligro, y haya un espacio vinculante para las demandas y transformación de las condiciones de vulnerabilidad. Si bien los países analizados en el presente trabajo están adscritos a todas las declaraciones interna- cionales de derechos humanos para el migrante y el refugiado, aquello no significa que se cumplan a cabalidad dichos principios. Es necesario ver cómo las orientaciones de los derechos humanos se replican en las políticas públicas nacionales y las fallas de los procesos de gestión de la población mi- grante que puede vulnerarlos o asistirlos de forma insuficiente. Como ya se señaló, esto se ve reflejado en el rechazo o lentitud del reconocimiento de los migrantes venezolanos en refugiados, lo cual lleva a consecuencias perniciosas económicas, políticas y sociales. Otro ejemplo es, en el caso colombiano, el trato individualizado de los migrantes, el cual desconoce que la crisis de desplazados venezolanos es un fenómeno gigante en términos demográficos y de comunidad. Es pertinente resaltar las ayudas de las organizaciones internacionales que pueden tomar los princi- pios del derecho internacional y replicarlos a las condiciones contextuales del país que acceda trabajar con ellos. Si bien el gran éxodo venezolano representa un reto de todos los aspectos para los países de América Latina principalmente, la ayuda humanitaria que puede prestar organizaciones como la ACNUR puede ser crucial en las fallas de las políticas públicas nacionales con respecto a los migrantes venezolanos. Las políticas públicas de este caso han de acompañar en todo momento el proceso que atraviesan los venezolanos migrantes. Desde su reconocimiento hasta la ayuda necesaria para la inclusión so- cial y económica, los migrantes venezolanos son una población vulnerable que fácilmente pueden ser
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