Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe
104 El despliegue que ha tenido el Estado brasilero no se ha limitado a oleadas de registro de personas migrantes procedentes de Venezuela, es solo una parte del proceso de respuesta humanitaria del Go- bierno Federal, denominado Operación Acogida (ACNUR, 2019). El paso a seguir, y el más importante, es el Programa de Reubicación Interna (el cual cuenta con el apoyo de ACNUR, la OIM y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA)), que permite el desplazamiento de estas personas en situa- ción de vulnerabilidad hacia otras ciudades del país. Lo anterior, con el fin de ampliar sus posibilidades de inclusión socioeconómica en la sociedad brasileña, además de liberar nuevas plazas para venezola- nos en los albergues próximos a la frontera. Se puede ver cómo Brasil, comprometido con el problema de los refugiados, apuesta por promover la inserción social y profesional de personas migrantes que buscan una oportunidad para empezar una nueva vida. Es importante mencionar, que según el RMRP (2020) las necesidades que aún apremian cobertura y una gestión pertinente por parte del Estado brasilero son el sector de salud, acceso a servicios básicos y servicios de integración. Una de las dificultades que se identifica son las barreras lingüísticas, que ha- cen más difícil la divulgación de oportunidades en programas de protección social, derechos sociales y laborales, y especialmente, en el acceso a la educación (RMRP, 2020). En vista del contexto de Colombia, Perú y Brasil, se puede identificar: en primer lugar, los tres Estados coinciden en declarar un régimen democrático en sus constituciones políticas, además de establecer como pilar y principio rector el bienestar y la dignidad humana como como fin último del mismo, y esta se entiende a la luz de garantizar unos derechos y libertades teniendo como marco las nociones de justicia, igualdad y solidaridad. También, los tres países parecen ratificar su compromiso con la gestión, atención e integración de la población migrante proveniente de Venezuela. Se debe destacar el caso de Perú y Brasil, en donde ha- cen explícita la naturaleza de las dinámicas de migración y reconocen que en muchos casos se trata de unidades familiares, y esto implica un despliegue de atención con enfoque hacia la niñez y de género. En los cuales, los tres países aún tienen un camino por recorrer. Se debe hacer explícita la relación existente entre democracia y bienestar, en las tres normatividades expuestas se aclara el fin del Estado como un garante y protector de la plena realización y expansión de posibilidades del ser humano en el marco de unos derechos y libertades. De este modo, se pue- de identificar un vínculo entre los discursos sobre la democracia y derechos humanos, y es oportuno reflexionar alrededor de cómo estos principios normativos son atravesados por este actual proceso migratorio regional. DEMOCRACIA Y ENFOQUE DE DERECHOS La democracia se ha consolidado como un paradigma de libertad y participación. Si bien desde ciertas perspectivas la democracia se entiende como un mecanismo de toma de decisiones que evita el surgi- miento de conflictos (Cotarelo, 1997), también existen diversos enfoques que entienden la democracia ligada a una acción afirmativa de reconocimiento. Entonces, esto implica hablar de democracia sustan- cial (superando la visión de un procedimiento), inherente a la dignidad humana. Como lo indica Ferrajoli (2003), la democracia plantea una discusión ética, y esta no se trata de ga- rantizar simplemente una igualdad formal, sino que también extiende sus garantías hacia los derechos fundamentales; en consecuencia, no se puede reducir la democracia a un mecanismo que busca mayo- rías para actuar legítimamente porque ni siquiera la regla de unanimidad puede justificar la violación de algún derecho.
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