Depósito de materiales: (LapSoS 2012-2016)

164 / LAPSOS _ depósito de materiales 2012–2016 “Estaba como en un campo. Era un campo de concentración, como de los rusos, como de Hitler cuando mataban a los judíos. Yo estaba encerrada con un alambre de púas. Habían barreras de la cárcel. Estaba mi pololo y una mejor amiga, la cual estaba en este colegio y se fue. Había una casa de madera con rejas al medio del campo, un poco a la izquierda. Era súper grande y tenía como tablones, como cajas de las frutas pero grandes. Había una parte para entrar, como un marco pero no tenía puerta. Yo estaba escondida detrás de la caja con la amiga de mi pololo. Veía que había gente en fila sentados, no como niños, con las rodillas así apoyadas en el suelo con la cabeza abajo y encadenadas de las ma- nos. Estaba incomunicada. Trataba de salvar a mi pololo y a mi amiga. Les de- cía: métanse a la caja. Había una proba- bilidad de que ellos no los vieran, pero en ese momento sentí que la caja era muy angosta. Había un león (ríe) y una cebra. Habían animales y los tenían sometidos, pero en otro lado. Había unos soldados con metralletas y con unos cascos ver- de militar oscuro. Eran iguales a los ru- sos. Nos andaban buscando a nosotros. Ellos dos estaban con ropa normal. Me tomaba un tipo del hombro y me tiraba al suelo para que me arrodillara. Me es- posaba y me encadenaba a los demás. Eran como ocho personas en hileras y me dejaron a mí como al medio. Estaban todos en fila, uniformados y esposados. Yo me miraba y tenía el mismo uniforme que era como el de los dentistas, pero 11. Mujer, 16 años, II medio en zona suroriente de Santiago, reside en zona rural al sur de la Región metropolitana. Padre dentista, madre agente de venta en compañía de servicios, separados desde sus4años (con alta conflictividady recurso a la vía judicial). Vive con lamadre, el padrastro y hermano menor (4 años) por parte de la madre. Pololea. plomo. Yo les decía: quédense aquí, no hablen y, si a mí me pasa algo, no vayan a salvarme. Veía que uno de los militares iba a entrar en la casa para ver si había alguien. Mi amiga se iba a asomar y yo le hago así (gesto con la mano hacia aba- jo), como para que entrara la cabeza. No quería que la encontraran. Entonces, el tipo veía que yo le hacía así y me apunta con una pistola. Y cuando vi que tenía como el gatillo así (el dedo apretando el gatillo), despierto. No alcancé a ver que me dispararan, pero desperté”.