Depósito de materiales: (LapSoS 2012-2016)

152 / LAPSOS _ depósito de materiales 2012–2016 y vigencia en el plano epistemológico, sino también en el plano político. El comunismo de los surrealistas se pone de manifiesto en ese espíritu democrático e iguali- tario por el que nos exhortan a no ignorar ni menospre- ciar, no segregar ni discriminar ninguna fracción de la realidad, ni siquiera la onírica ni la enloquecida ni mu- cho menos las incomprensibles que puedan provenir de otras culturas. Hay que derrumbar los muros. Hay que ver lo que se ocultaba detrás. Hay que darle voz a lo silenciado. Y también hay que reconocerse en lo apa- rentemente más ajeno. Hay que adivinar la otredad en la mismidad, la locura en la normalidad, el sueño en la vigilia. Al reintegrar el sueño y la vigilia en la vida sintética, los surrealistas restablecen el nivel onírico en su pro- pia reflexión. Éste es uno de sus aportes más originales, el de considerar el sueño como forma de estudio y no sólo como aquello que se estudia, como un método y no sólo como un objeto, como punto de vista y no sólo como lo visto desde cierto punto de vista, como prin- cipio de interpretación y de conocimiento, y no sólo como lo conocido e interpretado. En el mismo sentido, los surrealistas enfatizan también algo fundamental que había sido subestimado por el mismo Freud, a saber, el papel del sueño como imperativo, como principio de acción, como causa y no sólo como efecto. Además de reflejar lo que vivimos y sentimos, el sueño de los su- rrealistas puede y debe tener una incidencia decisiva en nuestras vidas.

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