Depósito de materiales: (LapSoS 2012-2016)
150 / LAPSOS _ depósito de materiales 2012–2016 Tanto para Marx como para Freud, el trabajo constitu- ye una condición humana en tanto es relacional, en tal sentido antrópica. Relacional implica, en ambos auto- res, un hecho: no son los términos, primero, que se re- lacionan, después. Lo relacional es primordial: recorde- mos en la crítica de Marx a la economía política clásica y neoclásica, su objeción sobre un principio individual del intercambio bajo la fórmula paródico-literaria de “robinsonadas”; recordemos el comienzo de Psicología de las masas y análisis del yo, aquella afirmación sobre la anterioridad de lo social sobre lo individual de toda psicología. Lo relacional es primordial para lo humano, lo relacio- nal trabaja lo humano ¿Se trata de algún trascendental? No, sino de un antecedente. Lo relacional ya estaba cuando el personaje, el individuo, Robinson Crusoe llega a la isla, cuando un individuo llega al diván. Lo relacional trabaja lo humano. Quizás una referencia eti- mológica de socius, que sirva para llegar a los problemas que quisiera plantear, sea la de “seguir”. Una asociación, una cualquiera actualización histórica del socius, puede entenderse como estar siguiéndose. Este estar siguién- dose es el lugar de inscripción de lo humano, un lugar que trabaja inscribiendo –y escribiendo– lo humano. Entonces, en lugar de iniciar este planteamiento bajo el lugar común según el cual “el ser humano realiza una actividad llamada trabajo”, en Freud y en Marx interesa atender cómo el socius trabaja lo humano. Lo incons- ciente no deja de trabajarnos, la división social del tra- bajo tampoco. (…) ¿Podría ser “el trabajo del sueño” de Freud el envés del “trabajo alienado” de Marx? No estoy seguro de que esta formulación interrogativa coincida con la pregun- ta que me interesa hacer, porque me interesa una expe- riencia de lo otro que intuyo está sugerida en la exce- dencia de lo relacional primordial que Marx y Freud le atribuyen al trabajo. Acercándome a una formulación más cercana a este interés: ¿Sería posible pensar el tra- bajo del sueño en Freud como una condición previa al –una de las condiciones de posibilidad del– trabajo alienado que inaugura la división del trabajo en Marx? Excusándome por la insistencia, también por la exten- sión de esta última fórmula interrogativa: ¿Sería po- sible argumentar que, para que el trabajo pudiese ser arrebatado al género humano por la alienación genera- da por ese acontecimiento histórico, su división social, la excedencia de lo relacional primordial del trabajo en Marx se intersectara con la excedencia de lo relacional primordial del deseo en Freud expresadamagistralmen- te en esa experiencia que llamó “trabajo del sueño”? Nadie sabe para quién trabaja: articulaciones de lo relacional primordial Pablo Cottet
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=