Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas
Músicasnómades:mestizajes culturales en lasmúsicas inmigrantes latinoamericanas – 99 c) Representaciones e identificaciones de los músicos Para todos los entrevistados, la categoría de músico genera una fuerte autoidenti- ficación y orgullo de oficio, frente a las otras etiquetas sociales, tales como la de inmigrante, de trabajador ocasional, o incluso la adscripción a una identidad nacio- nal. La categoría de músico o artista, puede superponerse así, a otras pertenencias o identificaciones sociales, gracias a lo que Benjamin reconoció como el poder aurá- tico del artista. El público es transportado por la atmósfera creada por el escenario, la presencia de instrumentos musicales, la voz cantada, el despliegue de un oficio 6 . Tanto las etiquetas de artista como las identificaciones nacionales pueden reforzar- se mutuamente, constituyendo una amalgama donde se funden los cruces de una trayectoria, autodefiniéndose como “músicos colombianos” o “músicos peruanos”, etc. En ese sentido, los músicos viven de una manera particular la experiencia de la inmigración en relación a aquellos que son ajenos a esta práctica, ya que tal como lo sostienen Tia de Nora y Antoine Hennion, la experiencia musical tiene un potencial para crear efectos, afectos, redes y situaciones sociales nuevas. En cuanto a los repertorios ejecutados nos encontramos con una amplia gama de géneros musicales donde cobran predominancia las músicas tradicionales que pa- recen evocar las nociones de autenticidad y la interpelación a una cultura nacional remitiendo a un cierto folclorismo. Es así que al preguntar acerca de cómo clasifican el género musical que practican, algunos hablan de música criolla, para el caso de los peruanos, música tradicional colombiana o bachata tradicional en el caso de los dominicanos. Sin embargo existen variaciones respecto a esta autoclasificación de la práctica musical. En contraposición a esta concepción más purista de los géneros musicales, algunos músicos valoran la diversidad de orígenes geográficos y étnicos, privilegian- do la innovación y la fusión frente al culto, a la tradición. Es el caso de un músico colombiano que en sus primeros años desarrolló repertorios de música tradicional, la que abandonó más tarde para dedicarse a la trova latinoamericana. La heterogeneidad de este mundo del arte se traduce igualmente en los niveles de profesionalización de la práctica musical pudiendo en un mismo grupo reunirse artistas profesionales y amateurs, estos últimos llamados aprendices. También exis- ten algunos grupos que reconocen haber tomado una vía más comercial para lograr vivir de la música, lo que repercute en la elección de los repertorios y en los públicos a los que se orientan los espectáculos. Muchos de ellos dejan sin embargo un tiempo 6 Para profundizar en las representaciones del artista en la sociedades occidentales basadas en no- ciones como el don, el régimen de singularidad o la inspiración ver: Nathalie Heinich, “Lo que el arte aporta a la sociología”. Conaculta, México, 2001. Y “La sociología del arte”. Nueva Visión, Buenos Aires, 2003.
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