Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas
50 – Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas orden social (Sabatini y Wormald, 2004) 8 . En este sentido, la experiencia del Centro Ecológico Jubaearesulta relevante porque permite visibilizar la importancia que tiene incluir los sentidos subjetivos que los actores construyen en torno de lo que entienden como conflicto medioambiental, en la promoción de formas de organización comu- nitaria capaces de proyectar una demanda colectiva más allá de la mera sobrevivencia. Es obvio que dichas acciones están cruzadas por las dificultades y contradicciones que se han vuelto parte de la cotidianidad de los vecinos de “La Laguna”. Delincuencia, microtráfico y enfermedades, se han constituido en el reverso de esta experiencia de organización en torno al tema medioambiental, estableciendo su límite por su condi- ción de precariedad e incertidumbre. Con todo, la evaluación que realizan los propios pobladores del proceso que han vivido estos años, releva la capacidad que han tenido para sobreponerse a las conse- cuencias nocivas de habitar un territorio ubicado en la trastienda de la ciudad. Por ello, más allá que no todos los vecinos se han sumado a las acciones que realizan en el sector, se reconoce que el trabajo realizado está generando cambios que poco a poco darán sus frutos, destacando a la/os niña/os como la/os protagonistas principales de dichas transformaciones: “… de una u otra forma hemos resistido en las cosas acá y lo vamos a seguir haciendo, a veces uno igual decae porque dice ‘pucha, que la gente no participa y todo’, después que uno recopila así, se da cuenta que sí poh’, que sí han pasado un montón de cosas…que sí hemos avanzado en grados de organización acá, que igual no nos tenemos que desesperar por no ver visualizada a la persona ahí participando, pero a lo mejor par- ticipa de otra forma, y ver que los niños son los que tienen toda la energía de hacerlo, hay que canalizar en los niños” (Integrante Centro Jubaea, Mujer-adulta). De este modo, en la trastienda de Valparaíso, en el reverso de la ciudad puerto, allí donde el territorio se diseñó urbanísticamente para desarticular y hacer imposible el encuentro y la vida en comunidad, nos encontramos con una experiencia de organiza- ción que poco a poco emerge como un “acontecimiento” que redefine las posibilidades del futuro del sector a partir de la acción de sus propios habitantes y la apuesta en quie- nes encarnan su futuro: la/os niña/os. En la precariedad de la trastienda, la orfandad se transforma en autonomía y la sobrevivencia en dignidad, los elementos claves a partir de los cuales debemos leer la experiencia de organización del Centro Ecológico Jubaea y los habitantes de la población “La Laguna”. 8 Esta relación se ha hecho especialmente relevante a partir de la visibilizaciónde territorios en donde se ha expresado conflictivamente a través de ciclos de protestas sociales, como en los casos de las movilizaciones de los habitantes de Ventanas en la región de Valparaíso o de Freirina en la región de Copiapó.Al respecto, véase: Salinas, S. (2016). Conflictos nuevos y movimientos sociales . Santiago: RIL.
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