Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas

20 – Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas de allí. Estas familias se asientan en el sector sur del EstadioNacional conocida como la toma Zañartu, una de las primeras tomas de terrenos organizada por pobladores en la historia de Chile. Posterior a esa ocupación, junto a otras familias provenientes de otras poblaciones de Santiago, fueron sacadas y trasladadas para su asentamiento definitivo en los terrenos de la actual Legua Nueva. Finalmente, durante 1951, otro conjunto de familias recibió de parte del Estado terrenos en lo que actualmente se conoce como Legua Emergencia, como forma de hacer frente a la crisis de vivienda que afectaba a Santiago en esos años. Aunque esas viviendas iban a ser soluciones transitorias, terminaron siendo definitivas (Garcés y Leiva, 2005). La población La Legua se ubica en el sector suroriente de Santiago. Original- mente pertenecía a la comuna de San Miguel, sin embargo con la reforma comunal del año 1981 terminó emplazada en la comuna de San Joaquín. El cuadrante que permite ubicarlas en la ciudad está definido hacia el norte por la calle Alcalde Carlos Valdovinos, hacia el sur con Presidente Salvador Allende, mientras que al poniente limita con la avenida Santa Rosa y al oriente con Las industrias. De acuerdo con el Plan de emergencia de la municipalidad de San Joaquín (2014), Las Leguas corres- ponden a las unidades vecinales 25 (Población Legua Emergencia), 20 (Población La Legua Vieja) y 21 (Población Legua Nueva). Según el censo 2002 (Ganter, 2007), La Legua tiene un total de 14.011 habitantes, correspondientes a 2.878 habitantes en la Legua Vieja, 6.218 en la Legua Nueva, y 4.915 habitantes en La Legua emergencia. Conocida es la historia de esta población durante el golpe de Estado y la dicta- dura militar. La Legua fue el epicentro de una de las resistencias armadas inmediatas al golpe (Garcés y Leiva, 2005) y por lo mismo, durante los años posteriores, sus pobladores y organizaciones sociales y políticas tuvieron que enfrentar importantes niveles de represión y violencia política. A pesar de ello, durante la dictadura, fuer- tes iniciativas de cooperación y solidaridad se gestionaron desde los vecinos para enfrentar la pobreza y la persecución. Durante la década del 90 la concentración de actividades ilegales relativas al narcotráfico servirá como elemento legitimador para una fuerte intervención po- licial de la población. La presencia de policía militarizada en la población será per- manente y las actividades de control: registros de identidad, cacheos, allanamientos, detenciones arbitrarias, serán algunas de las formas que adquieren las prácticas coti- dianas del actuar policial (Lin, 2012). Estas formas de actuación del Estado en la población se hacen especialmente visibles desde el año 2001 cuando el gobierno de Ricardo Lagos inicia un plan es- pecíficamente diseñado, expresado en un suceso desencadenante donde el Estado se habría visto interpelado a actuar en el territorio: El asesinato de José Manuel Ortega Lara, el “Guatón Ceni” ocurrido el día 23 de septiembre de 2001 y las posteriores declaraciones de María Lara Sandoval, am-

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