Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas
Vidas cotidianas intervenidas: relación del Estado con las formas de vida en la población La Legua – 145 gencia de Iniciativa Legua, ejerciéndose de forma más selectiva, el año 2014 volvió a tomar fuerza, tal como pudimos observar directamente. Como nos señalaron los vecinos y en conversaciones con algunos afectados directos, no es posible transitar libremente por la Legua porque la arbitrariedad policial es constante, la arbitrarie- dad de los controles deja en el lugar de sospechoso a cualquier legüino, o bien, a cual- quiera que circulando por sus calles se encuentre realizando algún acto “sospechoso” como: caminar en la noche, sacar fotografías, realizar malabarismo, trasladar sillas para un evento en la calle, etc. Acciones que muchas veces implican amedrentamien- tos a través de tratos indignos, controles de identidad efectuados en comisaría, etc. La presencia policial resulta tan amedrentadora que como equipo nos llevó a preguntarnos cómo gestionar nuestra propia presencia en el lugar para resguardar la integridad personal, y nos llevó a tomar medidas para nuestro trabajo en terreno tales como: informar a las autoridades de la Facultad, apoyarnos en las orientaciones legales del INDH y llevar durante nuestros recorridos por la población, a la mano, la tarjeta de identificación universitaria, expresando con ello la necesidad de res- guardo. Si bien esta descripción corresponde a la situación que observamos desde el co- mienzo de nuestro trabajo en el territorio, plena vigencia del Plan Iniciativa Legua, y lo que sucede en la actualidad; para muchos habitantes no es nada nuevo, o más bien, no es algo propio de un plan específico, de un gobierno particular. La presen- cia, control y represión policial es aquello que se ha mantenido a lo largo de los años, con vaivenes en intensidad pero nunca ausentes. Así, a diferencia de aquello que se postula desde los planificadores y ejecutores de Iniciativa Legua, en la línea que los policías disminuyeron durante su permanencia en la población o como mínimo fue menos visible en tanto cambió de foco, para los pobladores el Estado Policial siempre ha estado presente y de forma abusiva . Llámese intervención o no, la vigilancia y re- presión no han cesado. Entendemos que estas estrategias de Estado están presentes en otras latitudes, donde, en un contexto de desigualdad y desconfianza ciudadana, el contacto privilegiado resulta ser por medio del Estado Policial, entendiendo que la policía es el Estado que no habla, que calla y actúa (Wacquant, 2007). Los legüi- nos saben de esto. Comentarios finales La aproximación metodológica que hemos y seguimos llevando a cabo, al no res- ponder a conceptualizaciones y formas de procedimientos rígidas y preconcebidas, abren la posibilidad a reflexión y/o reformulación de los protocolos de investigación en consistencia con las observaciones que podemos hacer de las experiencias en el territorio, permitiendo acomodar nuestra aproximación a la vida cotidiana y no a la
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