Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas
Los lugares de Autoría y Actoría de niños y niñas como tácticas de resistencia en la vida cotidiana – 119 riamente adaptado a las especificidades del objeto concreto de la investigación, tan- to en el uso de la teoría como en el de los métodos” (Gordo & Serrano, 2008, p. 16). Asimismo, la plasticidad se relaciona con incluir los intereses de los niños y ni- ñas en las acciones realizadas en el taller. Para dar respuesta a dichos intereses, se vuelve un desafío constante la innovación como elemento que el equipo facilitador debe gestionar para mantener la motivación y participación de los niños y niñas en las actividades. Lo anterior se ha posibilitado a partir de un abanico de actividades que incorporan los intereses de los niños/as, tales como: fotografías, dibujos, reco- rridos por la quebrada y la población, búsqueda del tesoro, armar rompecabezas, juegos de tablero, juegos en los lugares significativos, entre otros. Escuchar las expresiones subversivas de los niños y niñas Implica la escucha activa, como parte del proceso comunicativo entre los diversos implicados en el taller de niños y niñas, que consiste en ofrecer disponibilidad y mostrar genuino interés en el otro, es estar dispuestos, a fin de cuentas, a lo que los niños y niñas nos pueden enrostrar sobre nuestras propias nociones desde la cultura adultocéntrica patriarcal. Se refiere no solo al oír lo que nos dicen, sino que dialogar con sus intereses, sentimientos e ideas. Es decir, es necesario estar atento a las formas particulares de relacionarse, ser y estar, de los niños y niñas, o en otras palabras, estar atento a lo que los/as niños/as demandan. Como muy bien señalan Argos, Ezquerra & Zubizarreta: no podemos obviar que recoger la voz del niño supone reconocer, tal y como mani- fiestan Clark & Moss (2001), que en muchas ocasiones los adultos tenemos una li- mitada comprensión de las vidas y experiencias que le afectan pues, tal y como señala Punch (2002), el adulto debe reconocer su incapacidad para participar plenamente en los mundos sociales e imaginarios de los niños, ya que nunca podrá regresar a la infancia (p. 4). Es decir, este ejercicio de “escuchar lo que los niños y niñas dicen”, es una forma de interpelar el propio proceso de intervención/investigación/creación y a su vez, una forma de repensar el nosotros/as en los procesos de trabajo con niños y niñas, no desde o para , sino que como una articulación conjunta de saberes. El juego como táctica de resistencia El juego, además de ser una situación que facilita un marco relacional, posibilita el desarrollo de habilidades y aprendizajes recíprocos. El juego permite crear, soñar, hacer, pensar, reflexionar, por cuanto se trata de un proceso lúdico de articulación de
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