Herramientas para el liderazgo escolar en educación media técnico profesional

26 HERRAMIENTAS PARA EL LIDERAZGO EN EDUCACIÓN MEDIA TÉNICO PROFESIONAL MARCO CONCEPTUAL LIDERAZGO PEDAGOGICO EN TIEMPOS DE CRISIS: UNA OPORTUNIDAD PARA EL DESARROLLO PROFESIONAL DOCENTE La literatura educativa nacional e internacional y también las políticas educativas del ltimo tiempo reconocen como clave el rol de los equipos directivos en las escuelas y liceos, tanto en la generaci n de condiciones y posibilidades para el despliegue del desarrollo profesional de sus docentes, como también – y en vínculo con lo anterior- para la obtenci n de mejores aprendizajes en los/as estudiantes (Sammons, Day y Gu, 2014; Weintein y Muñoz, 2019). Por tanto, en momentos complejos, el rol de liderazgo directivo en la instituci n escolar implica un desafío de relevancia may scula, por una parte, en la articulaci n y contenci n emocional de docentes, asistentes de la educación, estudiantes y familias y junto con ello en la definición de una ruta que permita sostener un itinerario formativo de contingencia hasta que sea posible recuperar cierto sentido de normalidad de una comunidad educativa que ha sido directa o in- directamente afectada. ¿C mo generar una estrategia que permita el desarrollo pedag gico en condiciones distintas a las que estamos acostumbrados/as? Esta es la pregunta que parte importante de los equipos directivos y docentes se hacen en el año 2020 dada la emergencia sanitaria, buscando, crean- do, experimentando en espacios de enseñanza y aprendizaje virtuales en los que no siempre nos sentimos seguros/as respecto de nuestro desempeño y del logro de los aprendizajes que esperamos en los/as estudiantes. Espacios que, adem s, no nos permiten llegar a todos/as nuestros/as estudiantes por igual, lo que nos obliga a buscar mecanismos que no refuercen la desigualdad ya existente en el sistema escolar. Por ello, dentro de esta complejidad, el desarrollo colaborativo de competencias profesionales docentes puede representar una gran oportunidad desde la generación de confianzas que permitan disponerse a un desarrollo profesional que esté situado en el marco del proyecto educativo y de la b squeda de un camino conjunto para la construcci n y/o fortalecimiento de una propuesta pedag gica acorde a los desafíos y sellos de la formaci n técnico profesional. Así, el liderazgo pedag gico en este marco puede ser la herramienta que proyecta el queha- cer docente y lo desafía a no limitarse a las condiciones existentes y a las metas establecidas (Bolívar, 2009). Potenciar el trabajo colaborativo implica no solo definir espacios de encuentro sino que estos espacios estén liderados pedag gicamente y cuenten con condiciones para que profesoras y profesores “estudien, compartan experiencias, analicen e investiguen juntos acerca de sus pr cticas pedag gicas, en un contexto institucional y social determinado” (Vaillant, 2016, p. 11). Aprender colaborativamente implica trabajar en conjunto para solucionar un problema o abor- dar una tarea, teniendo un objetivo com n y velando porque no solo la actuaci n individual sino que la de todo el colectivo se fortalezca. Es un proceso en el que cada individuo aprende m s de lo que aprendería por sí solo, fruto de la interacci n que se genera con los/as dem s integrantes del grupo (Mineduc, 2019). Lo anterior puede cobrar sentido y fuerza en el contexto actual, en el que la tensi n de sostener un proceso pedag gico en tiempos de crisis nos lleva a buscar distintas estrategias, con ensa- yos, errores y aciertos. En este contexto, abrir la conversaci n con otros/as, a la luz de un obje- tivo com n, permite reconocer aprendizajes, nutrir lo que estamos haciendo, acordar acciones conjuntas, retroalimentarnos y acompañarnos desde la confianza profesional.

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