Herramientas para el liderazgo escolar en educación media técnico profesional
25 HERRAMIENTAS PARA EL LIDERAZGO EN EDUCACIÓN MEDIA TÉNICO PROFESIONAL ▪ Durante este período, ¿qué ha ocurrido en nuestro liceo además de reaccionar y responder a la urgencia? ¿Hemos definido prioridades en función de un objetivo/un sentido compartido de nuestro quehacer en esta crisis? ¿Cómo el escenario actual nos hace cuestionar nuestro propio quehacer y nos invita a resituar nuestra apuesta formativa? ▪ ¿De qué forma el quehacer pedagógico del liceo se sostiene como el corazón del vínculo con los estudiantes? ¿Existen sellos de la Formación TP que debemos resguardar en este proceso? ¿Estos sellos TP nos permiten sostener una propuesta formativa ajustada al nuevo escenario? En un contexto de crisis, en el cual la normalidad se torna anormalidad, incertidumbre, desequi- librio y muchas veces caos, la escuela y el liceo son llamadas a replantearse para movilizar su estructura e impulsar la necesaria “re- construcci n” de la comunidad. Ahí cobran fuerza estas preguntas sobre el sentido y el foco de nuestro quehacer, en especial sobre nuestra capacidad de aprovechar la dificultad para transformarla en oportunidad de aprendizaje, crecimiento y desarrollo de toda la comunidad. De esta forma, adquiere especial relevancia en las instituciones educativas contar con una planificación estratégica y/o un plan de desarrollo que considere, entre otros aspectos, una propuesta pedagógica concreta y específica que explicite el tipo de actividades que realizarán los estudiantes, las capacidades que se desea formar y los recursos disponibles para conse- guirlo. Resultan claves, en este contexto, los espacios de reflexión pedagógica, la gestión de conocimiento y el trabajo colaborativo docente como movilizadores del quehacer, los que, de forma articulada, pueden convertirse en verdaderas palancas de desarrollo y mejoramiento educativo. Por tanto, este escenario trae consigo el desafío de un liderazgo pedag gico estratégico con capacidad de adaptaci n, proyecci n y contenci n de las incertezas e inseguridades que el contexto puede generar en el equipo de docentes y profesionales del liceo. Así, es fundamental invitar a un trabajo que promueva el desarrollo profesional a partir de: a) Un sentido de propósito común que oriente el trabajo del equipo, definiendo conjuntamente las prioridades y estrategias pertinentes a los distintos actores educativos: ¿qué es lo esencial en nuestro liceo hoy?, ¿de qué forma lo esencial refuerza nuestra esencia de institución educativa? b) Canales de comunicación definidos, permanentes y calendarizados. c) Un trabajo organizado de forma participativa, generando confianzas que fomenten el involucramiento de todas las personas en la toma de decisiones institucionales. Para ello, se requiere desplegar un liderazgo pedag gico que refuerce la importancia del tra- bajo colectivo favoreciendo una pr ctica profesional que se nutra del aprendizaje entre pares, el an lisis y la retroalimentaci n pedag gica, desde una mirada crítica y constructiva que facili- te la identificación de espacios de mejora y de desarrollo profesional e institucional. Esto puede ser una oportunidad para instaurar o fortalecer el desarrollo sistem tico de es- pacios de intercambio profesional que estimulen la capacidad innovadora del profesorado en funci n de las necesidades y expectativas de los/as estudiantes y apoderadas/os, y del creci- miento institucional.
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