Dossier N°7 del programa de Estudios Comunitarios Latinoamericanos de la Universidad de Chile: COVID-19, feminismo decolonial y revueltas populares
R OZAS -O SSANDÓN , G. L A REBELDE COMUNIDAD LATINOAMERICANA Entonces, en este contexto en que la derecha continua con el neoliberalismo, la conclusión y síntesis de este nuevo momento de la rebelde comunidad latinoamericana es que se vislumbran otras formas de opresión, vinculadas a la determinación biológica hacia el cuerpo, el tema de la identidad, la cultura y la sexualidad. Viene a fortalecer esta dimensión de la demanda, el estallido social vivido en Chile el año 2019, la revuelta del 18 de Octubre, en la cual producto del alza del pasaje del metro, los estudiantes secundarios nuevamente, evaden los torniquetes del ingreso al Metro y se desata la más sorprendente subversión social con ribetes épicos, generando un nivel de convulsión social, que estuvo a punto de echar a rodar el Gobierno de Sebastián Piñera. Ello con una rebeldía expresada en las calles, prácticamente en todo Chile, haciendo emerger innumerables comunidades organizadas en diversas formas, con especial presencia de reuniones masivas de personas expresadas en los cabildos, asambleas y escuelas populares. Incluso se desarrollaron masivas manifestaciones concentradas en un número superior al millón de personas gritando por el centro de la ciudad de Santiago. Fue una expresión nueva, multicomunitaria, con grupos de baile, de música, de viejos y jóvenes en incontables manifestaciones, para decir que somos una sola gran comunidad, con la constatación que somos iguales, iguales frente a un sistema que genera opresión, una especie de esclavitud moderna (Rozas et al, 2020); por el engaño, por la traición que lleva a la letra chica, a las comisiones de pagos extras, bajos salarios para la mayoría, miles de personas endeudadas y obligadas a trabajar doble jornada y la responsabilidad de los medios de comunicación en la perpetuación del sistema, quienes a través de los matinales y las noticias promueven el consumismo, generando una sociedad aspiracional, con la fantasía del individuo realizado. Para ese movimiento comunitario del 18 de Octubre, queda claro los problemas de salud mental que esta situación conlleva, explicados por la corrupción, la soledad, la explotación, el abuso, los privilegios, la discriminación, la destrucción del medio ambiente, el crecimiento de las ciudades, el aumento de la alimentación chatarra, la alienación generalizada, etc. Finalmente podríamos decir que esta nueva etapa, la comunidad latinoamericana plantea entre otras las siguientes demandas y propuestas a modo de conclusión: Por un lado la autonomía y la autodeterminación, ello es una reivindicación de los pueblos indígenas quienes proponen el despliegue y la profundización real de la Plurinacionalidad. Y esto, tiene que ver con los Derechos colectivos, exigencia de un nivel más elevado en relación a los derechos humanos individuales, elaborados por la ONU el año 1948. Derechos colectivos expresados y ratificados en el Convenio 169 de la OIT el año 1991 y por la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de Pueblos Indígenas el año 2005. Ahora bien, estos derechos colectivos son una obvia demanda también de las comunidades no indígenas, las cuales históricamente han sido minimizadas y destruidas, no obstante, son el motor de la sociedad, que requiere su reconocimiento y también su autonomía. Sin duda eso traerá enormes beneficios en democracia y participación. Por otro lado, un segundo campo relevante de demandas tiene que ver con el concepto de liberación, que va mucho más allá que el de emancipación y, 67
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