Dossier N°7 del programa de Estudios Comunitarios Latinoamericanos de la Universidad de Chile: COVID-19, feminismo decolonial y revueltas populares
V ALENZUELA -C ONTRERAS , C. M UJERES , DIVERSIDADES SEXUALES Y DE GÉNERO ANTE LA CRISIS POR COVID: A PORTES DECOLONIALES Y FEMINISTAS LGBTIQ+ cuando la ausencia de espacios de contacto o participación limita su reconocimiento o visibilidad? Conclusiones: formación y praxis decolonial en la psicología para los mundos que vendrán Los retos que desgrana la pandemia para la acción comunitaria feminista y decolonial son profundos, necesarios y no exentos de dilemas éticos o políticos. En el nivel formativo, un estudio reciente abordó los desafíos de incorporar al curriculum en psicología cuestiones sustantivas de la diversidad para problematizar una psicología cuya historia y tradiciones culturales provienen preferentemente de poblaciones blancas del norte global. A través de grupos focales se buscó revisar junto a los estudiantes los modos de incorporación al curriculum de tradiciones poscoloniales, feministas y críticas que abren posibilidades a una nueva manera de pensar la psicología (Kontopodis & Jackowska, 2019). Otra investigación etnográfica reciente con población de psicólogos latinoamericanos reveló la omnipresencia de la colonialidad en la formación y en las categorías binarias o esencialistas con que reflexionan sobre sus prácticas cotidianas (Capella & Jadhav, 2020). En un contexto sudafricano, se profundiza respecto a una psicología decolonial que minimiza las oportunidades de negar algunas epistemologías, aumentando la justicia cognitiva y promoviendo la reflexividad en la formación respecto a los sujetos con los que se relaciona en la praxis la propia ciencia psicológica (Carolissen, Canham, Fourie, Graham, Segalo, & Bowman, 2017). La ausencia de una perspectiva crítica o que al menos recoja la profundidad de la diversidad de los sujetos y otredades con que la psicología dialoga, ponen en tensión la posición paradigmática hegemónica de la psicología. Esta falta de problematización de las otredades de la opresión, las diversidades culturales y los sujetos de la no existencia (Como indicara Fanon) no sólo ha sido un proyecto liberador en la génesis de la psicología social comunitaria latinoamericana (Montero, 2004; Rozas, 2015), sino que ante este escenario civilizatorio de crisis se vuelven urgentes. Análisis raciales, feministas, de clase, generacionales, y perspectivas postmaterialistas (por nombrar algunos) forman parte de este entramado de la ausencia que la psicología comunitaria se ha encargado de asumir como desafío disciplinario, horizonte ético, metodológico, ontológico y político. Esta psicología hegemónica que no recoge la diversidad social y cultural, es asimilada en lo que algunos autores han denominado el neoliberalismo de la psicología (Adams, Estrada-Villalta, Sullivan & Markus, 2019). Se definiría como alineación con los sistemas liberales y sus sistemas de clasificación y abstracción del contexto social y económico, el imperativo de la auto-realización y el crecimiento del sí mismo (anulando mensajes sobre decrecimiento o descenso), potenciando la regulación emocional individual y el mercado de sí mismo. Estas cuestiones también se manifestarían en el tratamiento hegemónico de modelos de salud centralizada, que emplean un lenguaje de indicadores, de trazabilidad, que comunican en función de casos o número de contagios, pero no de realidades o condiciones sociales fragilizadas o empobrecidas. Esta representación de la salud tiene implicancias sobre 29
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=