Dossier N°7 del programa de Estudios Comunitarios Latinoamericanos de la Universidad de Chile: COVID-19, feminismo decolonial y revueltas populares

C AMPOS , A. C HILE ANTE LA ACTUAL PANDEMIA : U N PLAN DE ACCIÓN BASADO EN SUS COMUNIDADES (d) Esta pandemia ha traído consigo una oleada de fake news (bulos). Se habla de una epidemia de desinformación, tras la cual pueden darse manipulaciones deliberadas. Sin embargo, el asunto no es tan sencillo, hay que tomar en cuenta el miedo, las carencias educativas y cómo se transmite la información entre la gente. (e) Desde nuestra perspectiva, se hace indispensable delinear, y poner en práctica cuando sea posible, procedimientos alternativos de comunicación con las comunidades. No es posible esperar a que la pandemia “termine” para tal fin. 2) Acerca de nuestro quehacer en el “después” Es necesario recordar, para el abordaje de este tema, que los desastres no tienen un punto de finalización absoluto. El “después” tendrá niveles y horizontes temporales diferentes. Dado que se trata de un proceso continuo y complejo, mientras mejor lo conozcamos en sus condiciones determinantes y manifestaciones factuales, mejor podremos predecir lo que ocurrirá. Por ejemplo, mucha gente piensa que la llamada “vuelta a una nueva normalidad” pasará por un “estallido social” aún más intenso. Estiman que la dependencia del Gobierno, en la medida que no dé lugar a respuestas eficaces y convincentes desde la perspectiva de los demandantes, favorecerá una ira social en amplios sectores. Otros piensan que la mayoría se dedicará a “recomponer” su cotidianidad seriamente alterada. No pocos ven que la experiencia social de la epidemia estimulará fuertemente el conformismo y las actitudes no solidarias. Tenemos un buen punto de análisis. Es posible también que los acontecimientos tomen un rumbo en que las posibilidades señaladas coexistan. En todo caso, las acciones que se sitúen en el “después” no podrán quedarse en las prolongaciones inmediatas de la pandemia en la salud mental, las relaciones sociales, el quehacer político y económico y, desde luego, en la dinámica comunitaria. Hay un después a largo plazo, que comprende todas las transformaciones que se están generando. Sólo esta proyección temporal, basada en escenarios bien fundamentados, puede guiar una inacabable y renovada praxis comunitaria coparticipativa. 21

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