Dossier N°7 del programa de Estudios Comunitarios Latinoamericanos de la Universidad de Chile: COVID-19, feminismo decolonial y revueltas populares
C AMPOS , A. C HILE ANTE LA ACTUAL PANDEMIA : U N PLAN DE ACCIÓN BASADO EN SUS COMUNIDADES pandemia y ciertos aspectos de su manejo han contribuido a profundizar la desigualdad social y la afectación de los sectores más vulnerables. Pues bien, ¿cómo protagonizan esto las comunidades? ¿qué oportunidades se generan en ese contexto para fortalecer su conciencia social, organización y solidaridad? Un corto vistazo a lo que se propone y hace, ante la pandemia, desde las ciencias sociales Ante una pandemia que constituye un proceso complejo, no se han hecho esperar en muchos países las directrices emitidas por diversas entidades (unidades académicas, centros de investigación, colegios profesionales, entre otras) acerca del papel que nos corresponde a quienes trabajamos en las diversas ciencias sociales vinculadas académica y profesionalmente a lo comunitario. Dando una mirada a lo que ocurre fuera de América Latina, llama la atención un comunicado de la Federación Europea de Asociaciones Psicológicas (2020), en el cual se postula que “la primera prioridad de los y las profesionales de la Psicología es el uso del conocimiento psicológico para informar correctamente sobre el virus, con el fin de evitar ansiedad innecesaria y apoyar a las personas afectadas” (p.1). Muchas otras personas y entidades parten del mismo principio y recomiendan a las autoridades ser transparentes sobre lo que se sabe de la epidemia y, también, sobre las limitaciones de los datos. Dicha Federación ha difundido también, entre sus miembros, algunas pautas y consejos acerca de la comunicación sobre la pandemia y los primeros auxilios psicológicos, a saber: • Ajustarse a la realidad local. • Comunicarse con los niños y las niñas y entender que los padres también pueden ayudar a aliviar su ansiedad, centrándoles en rutinas y horarios, teniendo siempre en cuenta que los menores observan constantemente sus comportamientos y emociones, en busca de pistas sobre cómo manejar sus propios sentimientos. • Mantenerse activos en las redes sociales a fin de “fomentar una sensación de normalidad y proporcionar una vía de escape valiosa para compartir sentimientos y aliviar el estrés”. • Prestar especial atención a los problemas planteados por el impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirla. Durante el período de distanciamiento social que supone la cuarentena, las consultas online, especialmente a través de video chat, brindan una alternativa viable para ofrecer atención y terapia psicológicas. La eficacia de tales tele-consultas es ligeramente menor, pero a menudo se logra obtener con ellas efectos similares a la atención convencional. • Apoyar a las personas para que busquen ayuda adicional: aquellas personas que sienten un nerviosismo abrumador, una tristeza persistente u otras reacciones prolongadas que afectan negativamente a su desempeño laboral o las relaciones interpersonales, deben consultar con un profesional de la salud mental capacitado y con amplia experiencia. 13
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