¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

PRIMERA PARTE 5 ÍNDICE Este estudio es también novedoso porque en su definición de éxito académico adopta criterios más exigentes que los comunes, de identificar altos desempeños en sólo un punto en el tiempo. Este estudio identifica aquellas escuelas que logran mantener niveles altos de desempeño en un período prolongado en el tiempo –en varias asignaturas y en dos grados– y que además no hayan disminuido sus niveles promedio de rendimiento. Esta definición de efectividad escolar propone que las escuelas efectivas son aquellas que garantizan, en condiciones de marginación social, altos niveles de desempeño sostenidos en el tiempo, mejoramiento continuo en varias asignaturas y en varios grados. Que en Chile sean tan pocas las escuelas en condiciones de marginación que logran satisfacer esta definición de efectividad es, en sí mismo, un dato valioso que aporta a esta investigación. Este estudio representa también una aproximación original por la integración que hace de varias dimensiones del proceso educativo. A diferencia de la investigación más tradicional de escuelas efectivas –que identifica factores que se asocian a altos rendimientos escolares de los niños y que produce listas de factores asociados– este estudio entiende el proceso educativo como un proceso integrado, orgánico; el resultado de un sistema complejo donde las interacciones entre los varios componentes son tanto o más importantes que los efectos individuales y aislados de cada componente. Los autores de este estudio analizan así la pedagogía y su relación con la gestión de los centros escolares e, igualmente, las vinculaciones de la escuela con la comunidad y, finalmente, la relación de estas dinámicas en cada centro escolar con las políticas educativas. La visión integrada que esta aproximación produce permite entender a las escuelas y al sistema educativo como un conjunto integrado, como un todo cuya singularidad se escapa a aproximaciones que intentan la comprensión del todo en el estudio fragmentado de sus partes. Este estudio demuestra también la utilidad de contribuir a la discusión sobre formas de mejorar la política educativa a partir de investigación con fundamento empírico que permite informar al conocimiento público sobre las condiciones que caracterizan el funcionamiento de las escuelas. Esta publicación, el hecho de hacer público este conocimiento, es un paso muy importante en la construcción progresiva de una cultura democrática y de una sociedad abierta. La educación pública es una tarea que los servidores públicos realizan por encargo de los ciudadanos. A estos ciudadanos es a quienes los servidores públicos deben rendir cuentas. Esta rendición de cuentas sobre la administración de un bien social al que las personas tienen derecho (la educación es un derecho humano universal) requiere de información abierta, ampliamente compartida, claramente explicada, que permita conocer cuáles son las condiciones que caracterizan a las escuelas efectivas. Haciendo este conocimiento público, esta investigación contribuye a calificar la demanda por una educación de más calidad, a hacer explícitos estándares y objetivos que sirvan para formar las expectativas de las padres y madres de familia, de los estudiantes y de los contribuyentes, y que les permitan establecer parámetros para juzgar la actuación de aquéllos que, por encargo de quienes con sus votos eligen a sus gobernantes, administran el servicio educativo. El estudio demuestra también que la investigación es distinta a la simple medición de resultados educativos. No es suficiente conocer que hay estudiantes que logran o que no logran los estándares que fijan los programas oficiales de estudios; es necesario conocer los procesos que explican el logro o ausencia de dichos resultados. Es por ello que se requiere de una investigación cuidadosa y rigurosa como la que representa el estudio contenido en este libro. Para construir conocimiento cada vez más sofisticado que permita comprender cómo funcionan las escuelas –y qué hace que algunas funcionen consistentemente bien– serán necesarios no uno, sino múltiples estudios como éste, donde los hallazgos y resultados de cada uno sean complementados con los hallazgos de los otros; donde cada generación de estudios se construya sobre las preguntas que emerjan de los estudios anteriores. Es necesario institucionalizar la tarea de investigar sistemáticamente las escuelas para poder crear las condiciones que permitan mejorarlas. En esta institucionalización de la investigación educativa, múltiples estudios con metodologías diferentes y complementarias permitirán ir P RÓLOGO

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