¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza
E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A CAPÍTULO I I I Ges t i ón i ns t i t uc i ona l y pedagóg i ca en l as escue l as e f ec t i vas 68 PRIMERA PARTE aprovechamiento de los recursos materiales disponibles. En la mayoría de los casos, casi no existen recursos de aprendizaje que no se utilicen. Los materiales y la infraestructura se ocupan al máximo y los niños no son privados de utilizar el equipamiento. En las escuelas que no cuentan con un buen nivel de equipamiento ocurre algo similar, con la diferencia de que lo poco que existe se aprovecha al máximo. En ninguno de los dos casos hay grandes inventos, sino una preocupación constante por que los recursos sean bien aprovechados y mantenidos por la comunidad escolar. 9. Escuelas en donde el sostenedor posibilita un trabajo efectivo La relación escuela sostenedor es un tema altamente debatido y problematizado en nuestro país. El estudio de estas 14 escuelas deja en evidencia que una buena relación con los sostenedores puede transformarse en una fortaleza. En efecto, prácticamente todos los establecimientos reconocieron la importancia que tienen los sostenedores en los buenos resultados obtenidos y ninguna hizo referencia a una posible ausencia o sensación de abandono frente a éstos. La clave es que, si bien los sostenedores no inciden directamente en el trabajo que los establecimientos hacen con sus niños, en el caso de estas escuelas sí presentan ciertas condiciones básicas (buen trato, prioridad que le entregan a la educación, relación administrativa fluida) que ayudan para que éstas funcionen sin grandes problemas. En las escuelas privadas estudiadas se da una fuerte sintonía entre el director y el sostenedor. Comparten la misión y objetivos, el trabajo es cooperativo y de sinergia, y muchas veces tiene el soporte de una experiencia compartida por varios años. En algunos casos, es clara la presencia de los sostenedores en la vida cotidiana y, en particular, en las decisiones pedagógicas que se toman. Las escuelas municipales muestran realidades bastante disímiles. Sin embargo, en ninguna se plantean conflictos o problemas mayores con la Dirección de Administración de Establecimientos Municipales (DAEM) o la Corporación Municipal. De las diez escuelas municipales estudiadas, en seis los directivos reconocen que la relación con el sostenedor es de apoyo y colaboración permanente. En estos casos, los municipios le dan una alta prioridad al ámbito educativo, junto con reconocer y premiar el trabajo de las escuelas. En las demás, la opinión de los directivos es neutra: el municipio cumple sus funciones, tiene una relación fluida con la escuela y no se presentan muchas diferencias o problemas. Un aspecto sumamente relevante es que las escuelas – sobre todo las municipales– no hacen de la toma de decisiones un problema inabordable o limitante. Por el contrario, asumen y entienden su nivel de injerencia en estas decisiones como una condición de trabajo de la cual deben rescatarse las oportunidades y no las limitantes. La autonomía no es un problema para estas unidades educativas. De todas formas, en varias escuelas municipales se reconoce que un aspecto que contribuye sustantivamente en los resultados obtenidos es que los sostenedores permitan a la escuela incidir decisivamente en la selección de los docentes. En varios casos pudo apreciarse que el tema de los recursos humanos es solucionado por medio de un trato personal entre directores y sostenedores, con beneficios directos para las escuelas.
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