¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A CAPÍTULO I I I Ges t i ón i ns t i t uc i ona l y pedagóg i ca en l as escue l as e f ec t i vas 60 PRIMERA PARTE tienen, sino por lo que saben, por el apoyo efectivo que brindan a los docentes y por los proyectos en beneficio de la escuela que han comandado. Este es un punto a favor de las escuelas estudiadas y claramente marca una diferencia con el común de los establecimientos en nuestro país. La consecuencia principal de la existencia de este liderazgo pedagógico es que los profesores tienen una muy buena guía de cómo hacer las cosas, justamente porque hay alguien que se encarga de otorgar un sentido común a las estrategias de los distintos docentes y de favorecer el intercambio de experiencias entre los mismos. Quienes ejercen esta función se encargan de establecer –fruto de un trabajo muy cercano con cada uno de los profesores y de lo recogido en las reuniones colectivas– un marco sobre el cual los demás profesores trabajan y preparan sus clases. Son docentes con capacidad de decisión y gestión en materia de planificación curricular. Priorizan y ordenan los distintos objetivos pedagógicos a cumplir y hacen operativo el camino necesario para lograrlo. Son ellos los que participan en la elección y corrección de las guías que finalmente serán utilizadas en el aula y los que ayudan a los profesores a elaborar las pruebas y evaluaciones. Velan también por que los distintos profesores de un mismo nivel trabajen coordinadamente y de acuerdo a los objetivos globales de la escuela. Como ya se dijo, los directores de las escuelas no siempre son los que ejercen este liderazgo técnico, pero cuando esto se produce, se involucran con fuerza en los temas pedagógicos, siguen de cerca y supervisan el trabajo de los docentes constantemente. Sin embargo, en varias de las escuelas, los directores tienden a abocarse más a tareas de tipo administrativo, delegando en los docentes con más experiencia o capacidad la tarea de guiar a la escuela pedagógicamente. Existe también un fuerte liderazgo institucional emanado desde la figura de los directores, quienes comparten ciertas características que vale la pena destacar por su contribución a los buenos resultados: • Son líderes participativos que abren espacios para la opinión del cuerpo docente. • Son motivadores, constantemente instan a los profesores a trabajar duro en pos de los objetivos de la escuela; apuestan y actúan para lograr un mayor compromiso de sus docentes a través refuerzos positivos y de un reconocimiento permanente de su trabajo. • Delegan funciones y dan espacio para que los profesores colaboren en otras tareas de la escuela. • Tienen altas expectativas puestas en el futuro de sus alumnos y en las capacidades de sus profesores. • Son bastante accesibles y siempre están dispuestos a recibir sugerencias, lo que se aplica tanto para los apoderados como para los docentes y alumnos. • Son muy activos y de terreno , con mucha movilidad dentro y fuera de la escuela y con muy poco tiempo dedicado a labores de escritorio. 4. Escuelas donde nada queda al azar Estos establecimientos racionalizan el proceso educativo y para esto han debido mantener una gestión coherente con sus objetivos, planificar eficazmente, evaluar responsablemente su trabajo y trabajar coordinadamente. A continuación se profundizan cada uno de estos puntos. Gestión coherente Las escuelas estudiadas han logrado imprimir un sentido coherente a su gestión institucional. En términos concretos, han sabido organizar los recursos con los que cuentan para cumplir con los objetivos y, sobre todo, priorizar dichos objetivos para ir obteniendo logros paso a paso. El o los encargados de la gestión han logrado llevar el pulso de lo que ocurre en su interior, pues saben cómo organizarse y

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