¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza
E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A Colegio Francisco Ramí rez 74 284 SEGUNDA PARTE Disciplina La disciplina en esta escuela es condición para el aprendizaje y como preparación para la vida laboral: “ los niños tienen que tener límites, sin eso no hay orden. Sin buena disciplina no se hace nada; el niño tiene que tener respeto por sus compañeros y sus profesores. Van a ser gente de trabajo, tienen que tener una buena presentación, un buen trato, así se integran a la sociedad en todo sentido ”, plantea la directora. El control de la disciplina se logra por caminos muy diversos y con buenos resultados ya que las faltas mencionadas por alumnos y profesores son bastante menores: no haber hecho las tareas o no traer los materiales, no trabajar en clases, conversar, causar desorden en la sala, venir con una mala presentación personal. Lo central es que en la sala la disciplina se logra a través de la cuidadosa estructuración de la clase y del uso de distintos tipos de refuerzos positivos como herramientas para moldear la conducta. También se apela a argumentos racionales: en 2º básico, ante una falta de atención de algunos niños, la profesora se acerca y les recuerda porqué es importante que presten atención, recordándoles un compromiso previo en este sentido. La disciplina se logra además por la mediación de otros niños que, en algunos casos, se encargan de controlar la conducta en clase. Para solucionar un problema recurrente de accidentes en los recreos ocasionado por el reducido tamaño de un patio lleno de desniveles y la imposibilidad de prohibir que los niños corran, se adquirió un equipo de música y se instalaron los parlantes en el patio. Desde entonces, apenas suena la campana, las coordinadoras colocan música bailable, los accidentes cesaron por completo y los niños se desahogan bailando después del intenso trabajo en la sala. Currículum y estrategias pedagógicas La escuela no tiene un proyecto pedagógico propio sino que se guía por los objetivos y contenidos mínimos fijados por el ministerio. La directora señala que “ si cada escuela pasara sólo los contenidos mínimos que pide el Ministerio de Educación, subiría su rendimiento al doble ”. Las metodologías empleadas surgen más de la experiencia que de la aplicación de un enfoque teórico. La evaluación externa permite comparar la efectividad de las diferentes estrategias pedagógicas y traspasar las recetas exitosas de los docentes cuyos cursos obtienen mejores resultados. Se observa una cuidadosa estructuración de la clase que mantiene la atención de los alumnos de comienzo a fin. Los contenidos enseñados se asocian sistemáticamente con la experiencia cotidiana de los niños, logrando aprendizajes significativos. En los primeros años, se privilegia un tipo de aprendizaje que potencia la memoria por sobre la inferencia, utilizando prácticas de reforzamiento recurrentes. “El niño no debe inferirlo todo, necesita saber los contenidos para inferir”, señala la directora. El aprendizaje de la lectoescritura constituye la base para los restantes aprendizajes: “sabiendo leer, puede hacer cualquier cosa” , asegura una profesora. En los cursos superiores, la memoria cede paso a la inferencia y al estímulo de habilidades superiores. Los objetivos transversales se trabajan dedicando un mes a cada valor que se desea promover: responsabilidad, respeto, patriotismo, etc. Los niños realizan actividades relacionadas como, por ejemplo, compartir su colación en el mes dedicado a la solidaridad. Actualmente, no hay talleres complementarios en el colegio y se espera implementarlos cuando ingresen a la JEC en 2004. Sin embargo, se han dictado algunos talleres de formación personal (sexualidad, comunicación, drogas y alcoholismo, autoestima) dirigidos por la sicóloga, quien se basa en los manuales que el Ministerio de Educación proporciona a las escuelas para orientar el tratamiento de estos temas.
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