¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

SEGUNDA PARTE 281 C O L E G I O F R A N C I S C O R A M Í R E Z 74 S A N R A MÓ N El consejo de profesores se convoca para propósitos acotados: “vemos la situación de cada curso, lo hacemos bien cortito, según necesidad” , relata una coordinadora. Se privilegia el trabajo en grupos más pequeños, como las reuniones semanales entre cada coordinadora y los profesores de un nivel. Estas reuniones se realizan normalmente después de la jornada de trabajo o durante los recreos. Su propósito es evaluar el avance de los cursos, sus necesidades de apoyo y llevar un control de los niños con bajas calificaciones, lo que se hace revisando el libro de clases. En el primer ciclo también se planifican las tareas semanales que se darán a los niños de cada nivel, las que son iguales para todos los cursos paralelos. “Se trabaja de tal forma que inmediatamente antes y después de las clases estamos trabajando en paralelo con los tres cursos del mismo nivel, planificando y evaluando las actividades. Acá nadie trabaja solo, todo (las experiencias y metodologías) se comparte”, afirman las profesoras del primer ciclo. En segundo ciclo algunos profesores señalan: “trabajo solo; no preparo las clases, tengo 31 años de experiencia” . A fin de año, el traspaso entre un profesor jefe y otro es breve, ya que para que el nuevo profesor jefe conozca las fortalezas y debilidades académicas de los alumnos se estima de mayor utilidad realizar un perfil diagnóstico de cada curso a comienzos de año. Clima laboral Los profesores valoran el fácil acceso que tienen a los directivos y la falta de burocracia que impera en la escuela. Asimismo, agradecen que tanto la directora como las coordinadoras estén al tanto de la situación personal de los niños, porque eso les permite ser apoyados eficazmente ante diversas dificultades que los alumnos presentan. La sostenedora estimula a su personal con actividades, celebrando el día del profesor, con regalos navideños e incentivos monetarios por buen desempeño y puntualidad. La directora, por su parte, se esfuerza por apoyar a los profesores cuando se ven sobrepasados o los ánimos decaen, ya sea con una conversación o un cafecito en un cambio de hora. Desde la óptica de la inspectora, “ hay muy buenas relaciones personales, los profesores somos muy respetuosos de las jerarquías. En otras partes no es así, pero acá todos somos respetuosos. La directora es buena organizadora y conciliadora; la sostenedora, al ser profesora, conoce la realidad del colegio”. Las buenas relaciones de los profesores con la jerarquía del establecimiento no tienen necesariamente un correlato al interior del grupo docente. Si bien en los niveles iniciales las profesoras parecen trabajar bastante en conjunto, en general, hay escasas oportunidades de contacto; la doble jornada trae como consecuencia una escasa disponibilidad de tiempo y el que los docentes del turno de la mañana casi no tengan comunicación con los de la tarde. No hay una sala específica de profesores. Utilizan el mismo espacio que la biblioteca, reforzamiento, oficina de administración y atención de apoderados. Como se procura que las reuniones de coordinación sean breves (por ejemplo, se hacen durante los recreos), por lo general sólo hay tiempo para tratar temas puntuales y concretos, más que preocupaciones relacionadas con la convivencia interna o la gestión de la escuela. “No hay instancias de conversación entre profesores; sólo en horas extras”, señala la directora. No se fomenta la asociatividad ni la participación. Los aportes de los docentes se centran en el campo de lo curricular metodológico. Los proyectos a los que la escuela ha postulado son elaborados por la directora. La escuela es altamente exigente, los profesores están sometidos a un ritmo de trabajo intenso y a evaluaciones sistemáticas.

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