¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza
SEGUNDA PARTE 267 E S C U E L A D I E G O P O R TA L E S G - 3 5 L A G U N A B L A N CA horas destinadas a estudio son aprovechadas al máximo pues saben que después pueden dedicarse a practicar algún deporte o hacer lo que más les guste. Los niños se muestran muy motivados y felices de contar con el internado porque ha estabilizado su relación con la escuela, ya no deben abandonarla en las épocas en que sus padres no encuentran trabajo en la zona, dándole continuidad a sus estudios. El establecimiento está ubicado en una zona extremadamente tranquila, pasiva, sin movimientos. Por lo mismo, realizan varias actividades con la comunidad: actos académicos, fiestas a beneficio de los alumnos, festivales de música, fonomímica, fiestas de aniversario, actividades deportivas, etc. Es importante destacar que salen frecuentemente de su localidad y se relacionan con personas de otras zonas, ya sea por competencias en las que participan los niños, por los encuentros entre microcentros o por otras actividades interescolares. Esta activa relación con otros establecimientos de la región corresponde al liderazgo que ejerce frente a otras escuelas del sector. El equipo docente apoya la gestión de sus colegas de otras zonas: a modo de ejemplo, durante mucho tiempo en esta escuela se efectuaron talleres del P-900 sin ser beneficiarios del programa. Finalmente, el apoyo ministerial ha sido un factor relevante en los resultados, opina el equipo docente. Desde 1997 trabajan en Jornada Escolar Completa, participan en programas de prevención del consumo de drogas, de salud escolar, de alimentación escolar, en la red Enlaces, además de talleres deportivos, programas de escuela y familia, ajedrez, folclor, teatro y ciencias. Un ambiente familiar El tamaño de la escuela ha sido un claro punto a favor en sus resultados. El reducido número de alumnos y profesores ha contribuido a que exista un clima familiar, un trato personalizado y un sentido de compañerismo muy marcado. Los profesores son “más amigos que colegas”, lo que sin duda contribuye a que se sientan motivados y comprometidos con el proyecto educativo. Esto ha contribuido también a reducir la brecha que usualmente se produce entre los objetivos del equipo y las prácticas educativas. Con sólo cinco profesores es más fácil transversalizar los objetivos y dar un hilo conductor a los distintos sectores y subsectores de aprendizaje. El clima familiar de la escuela puede palparse cotidianamente. Los horarios de inicio y término de cada clase son bastante flexibles porque los profesores valoran los espacios de conversación y diversión de los niños, sin perjuicio del cumplimiento de las normas establecidas por el Ministerio de Educación. Durante los recreos, la mayoría de los niños juega ajedrez o toca algún instrumento. Las peleas son casi inexistentes. Los profesores comparten en su sala distendidamente, con mucho humor, mientras los alumnos entran y salen en busca de algún libro o instrumento musical. Una gestión participativa y de acuerdo a metas Todo el equipo, incluidos los auxiliares, muestra un gran conocimiento y compromiso con los objetivos trazados y, lo más importante, cada uno se preocupa diariamente de que éstos se traduzcan en prácticas. En este marco, las actividades planificadas cambian constantemente según el grado de cumplimiento del gran objetivo de la escuela: “desarrollar al educando en forma integral, es decir, un niño con alta autonomía, creativo, dinámico, con alta autoestima, valores morales afianzados y
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