¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza
E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A Escuela de Cul tura y Di fusión Ar t íst ica 252 SEGUNDA PARTE Sin embargo, los resultados académicos no constituyen el foco de atención principal de la escuela, básicamente por la importancia que representa la entrega de una educación integral ligada al arte y la cultura. No tienen una estrategia especial para enfrentar este tipo de mediciones, aunque se hacen algunos ensayos menores. La medida más sustantiva es descargar y aliviar el trabajo de los profesores de los cursos que rendirán el SIMCE para que puedan abocarse sólo a tareas pedagógicas en el período anterior al examen. Además del SIMCE, hay otros indicadores que han ido corroborando los buenos resultados de esta escuela, y son el orgullo de sus docentes: el nivel casi inexistente de deserción escolar (si ocurre es debido a traslados de sus padres) y una asistencia que ha superado el 98% en los últimos tres años. III. Factores del Éxito Una escuela distinta Esta es una escuela distinta y se percibe desde la primera mirada. Para los profesores, “una de las claves de nuestro éxito es que somos distintos y nos sentimos distintos. Acá los niños vienen por mucho más que aprender matemáticas o lenguaje y eso al final redunda en una buena formación de nuestros chicos”. La diferencia más concreta es que, además de cumplir con la normativa y el currículum ministerial (que se aplica sin modificaciones), la escuela entrega a sus alumnos una completa formación artística a través de un equipo idóneo de profesionales. En la práctica, los más de 600 alumnos tienen clases normales durante la mañana y en la tarde participan exclusivamente en talleres artísticos (danza, poesía, orquesta de cámara, banda de guerra, banda instrumental, violín, folclore, entre otros). Para lograr un buen funcionamiento de este modelo educativo ha sido relevante el aporte de la Jornada Escolar Completa (JEC), ya que ha permitido generar un continuo y una complementariedad real entre la educación básica y la artística. Todos los estamentos de la comunidad escolar coinciden en que ser una escuela artística contribuye a los buenos resultados en dos aspectos fundamentales: en primer lugar, los niños asisten motivados a la escuela sabiendo que, además de estudiar, pueden aprender otras cosas; en segundo lugar, el carácter artístico otorga una fuerte identidad a la escuela y a quienes la componen, desde la directora hasta los auxiliares. Esta identificación también tiene relación con que todos sienten que existe un espacio y una oportunidad para desarrollarse en alguna expresión artística. “Nos va bien porque acá todos estamos contentos y porque tenemos la posibilidad de trabajar haciendo además algo que nos gusta; cada uno de nosotros puede crecer en lo profesional pero también personalmente, porque hay el espacio para que así sea”, reconocen los profesores. Una escuela que identifica fuertemente Otro de los factores que realmente marca diferencia en esta escuela “ es el compromiso de todos quienes forman parte de ella, pues creen fielmente en el proyecto mediante el cual están educando a los niños” , relata la directora. El ser una escuela de cultura genera una identidad común que fortalece el compromiso y la motivación de la comunidad educativa. El marcado sentido identitario y la claridad de sus objetivos quedan graficados en la opinión de un profesor: “Esto es como un tren que avanza con un cierto ritmo y hacia un cierto norte que ya lleva años. Los que se van subiendo al tren saben que la única forma de avanzar es siguiendo ese ritmo”.
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