¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza
SEGUNDA PARTE 239 E S C U E L A E - 1 3 8 E M I L I A R O M A G N A T R A I G U É N I. Historia y Entorno La escuela Emilia Romagna se encuentra ubicada en la comuna de Traiguén, tiene una matrícula de 740 alumnos y alumnas y un equipo docente de 32 personas (2002). La mayoría de los profesores lleva más de diez años trabajando en el establecimiento. Esta escuela nunca ha seleccionado a sus alumnos, lo que explica el constante aumento en la matrícula y el que sea conocida como un recipiente para aquellos niños que han sido expulsados de otros lugares. Los alumnos de esta escuela pertenecen en su mayoría al segmento más pobre de la comuna. Desde comienzos de 2002, esta escuela posee una infraestructura de primer nivel que le ha permitido desarrollar importantes actividades y proyectos, además de comenzar con la Jornada Escolar Completa (JEC). El edificio es nuevo, amplio y totalmente remodelado, inmejorable frente a la precariedad del local anterior. Cuenta con cerca de 30 salas, laboratorio, sala de computación, biblioteca, comedor y sala de profesores, entre otros espacios. A esto se suma un equipamiento compuesto por más de 25 computadores, datashow, radio interna, instrumentos musicales y otros. Respecto a sus resultados académicos, ha mejorado sus puntajes SIMCE sostenidamente a través de los años. Esto se traduce en que cada vez sea más difícil mantener o subir dichos resultados (en 2000, la escuela obtuvo más de 300 puntos promedio en las mediciones de lenguaje y matemática). La mantención de éstos es asumida como un desafío importante, sin embargo, confían en su labor y saben que el SIMCE es sólo una consecuencia del buen trabajo realizado. II. El Despegue Esta escuela siempre ha estado marcada por el hecho de ser considerada marginal . La directora recuerda que hace 15 años asistían niñas sin zapatos. Este factor histórico ha terminado incidiendo en el rumbo actual, pues genera y fortalece la identidad y unidad de quienes la componen. En opinión del equipo, en el proceso de despegue cumplió un rol fundamental la incorporación de la actual directora y el haber pertenecido al Programa de las 900 escuelas (P-900) entre 1990 y 1996. Este programa permitió al establecimiento aunar criterios y encontrar un norte, un objetivo hacia el cual apuntar: “con el P-900 nos dimos cuenta lo importante que era ponernos objetivos para ir mejorando la calidad de la enseñanza. Antes de eso, nos cuestionábamos muy poco por la calidad de lo que enseñábamos y por los temas de la gestión de la escuela”. En esta misma línea, el equipo docente reconoce que, gracias a este programa, fue posible pegar un salto en cuanto a las prácticas pedagógicas: “aprendimos mucho en los talleres que teníamos en esos años. Nos actualizamos en varios temas y compartimos nuestros problemas entre colegas”. Según la directora, el P-900 también produjo un cambio positivo en el plano de la gestión educativa: “desde ahí que aprendimos a trabajar muy bien en equipo y a tener una gestión más participativa. Y eso, creo yo, se mantiene hasta hoy día”. A la luz de las conversaciones con quienes vivieron este proceso de despegue, los factores que posibilitaron el mejoramiento de los resultados de aprendizaje de los alumnos son precisamente la identidad que ha ido construyendo esta escuela en función de su pasado y el buen aprovechamiento de las oportunidades que se le presentaron, especialmente aquellas provenientes de las autoridades ministeriales.
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