¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

SEGUNDA PARTE 203 E S C U E L A PA R T I C U L A R M O N T E Á G U I L A 7 ( A B E L I N O S T R O Z A ) CA B R E R O Mientras se debatían en la búsqueda de posibles soluciones, la escuela fue incorporada al Programa de las 900 escuelas (P-900) participando desde 1990 hasta 1994. Este constituye uno de los hitos más importantes en el despegue pues sorprendió al equipo docente receptivo y ávido de apoyo. Se desencadenó un proceso de reflexión general que, a juicio de la directora, permitió asentar las bases sobre las que descansa el funcionamiento actual de la escuela. Una de las consecuencias fue el recambio paulatino de algunos profesores que no estaban capacitados para enfrentar los nuevos desafíos de mejorar los resultados de aprendizaje de los alumnos y trabajar fuertemente los valores a nivel de toda la comunidad escolar. Dentro de los múltiples aspectos que se revisaron, el equipo se pudo dar cuenta que los factores que siempre se mencionaban para justificar el mal rendimiento de los niños eran el bajo nivel de escolaridad de los padres, la desintegración familiar, los problemas sociales de la comunidad, etc. El pasar a considerarlos como datos de la causa y concentrarse en mejorar el resto de los factores constituyó un punto de inflexión en el largo y trabajoso proceso de cambio. La escuela no recibió pasivamente el P-900, produciéndose incluso un conflicto con los supervisores del Departamento Provincial de Educación (DEPROV). La dirección y el equipo no aceptaron recibir monitores que no se ajustaran al perfil valorado por ellos: ¡nada de profesores de pelo largo que trabajaran sentados en el suelo con los niños!, e impusieron su criterio. Las monitoras escogidas resultaron ser muy entusiastas y efectivas, al punto de que ambas, después de haber sido destacadas por su trabajo hasta por el entonces supervisor del colegio, siguieron estudios de pedagogía. Las nuevas orientaciones adoptadas por el colegio y su equipo permiten que, en 1996, se observen los primeros resultados en la prueba SIMCE para 4 ° básico, los cuales, de acuerdo a los entrevistados, fueron alentadores y permitieron retroalimentar positivamente el trabajo realizado hasta el momento. Durante el periodo 1996-1997 obtienen el premio de excelencia académica. La dirección ha buscado y aprovechado todas las oportunidades del medio, especialmente las iniciativas y programas del ministerio, las cuales han tenido un fuerte impacto en el progreso de la escuela. En 1995, el establecimiento se adjudica el Proyecto de Mejoramiento Educativo (PME) “Video Escolar: El Deseo de Mejorar”, logro a nivel local y regional con el cual se trabaja principalmente la alicaída autoestima de los niños a través de la confección de programas quincenales que involucran a un curso completo e incluyen entrevistas a autoridades de todo nivel. El proyecto se desarrolla hasta la fecha. Ese mismo año, se inicia el programa de fluorización propuesto por el Ministerio de Salud. En 1999 se integra a la Red Enlaces, recibiendo del ministerio una sala de computación que actualmente atiende al 100% del alumnado. Se crea la Carta de Compromiso para apoderados, la cual aumenta el nivel de participación y apoyo de éstos en la educación de sus hijos. Durante el año 2000 se da inicio al Proyecto de Integración (propuesta del ministerio implementada por la escuela a fin de integrar a los hermanos de los alumnos que, dadas sus necesidades educativas especiales, no contaban con un establecimiento que los acogiera y atendiera). En 2001, se completa el nivel prebásico con la apertura del primer nivel de transición (prekínder). Finalmente, se crea el Centro de Recursos de Aprendizaje (CRA) y obtienen nuevamente el premio a la excelencia académica, ocupando el primer lugar en la categoría de colegios subvencionados, nivel 2, de la VIII Región. III. Factores del Éxito Dentro de los factores observados, las características de liderazgo de la directora y del equipo de profesores, las prácticas pedagógicas desarrolladas al interior de la sala de clases, las características personales de los estudiantes, el compromiso de los padres con la educación de sus hijos, las normas del establecimiento y las estrategias realizadas para enfrentar el SIMCE, explicarían los altos resultados de aprendizaje presentados por los alumnos.

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