¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A Escuela Básica Rural Aguada de Cuel F-931 190 SEGUNDA PARTE Misión, objetivos y metas educacionales de la escuela Tanto el director como el equipo docente coinciden en destacar la formación valórica de los niños como su tarea central, labor que involucra también a los padres. Se busca que “ los niños sean auténticos y buenos ciudadanos, que se identifiquen con la escuela”. Para ello, se promueve “trabajar en equipo entre las profesoras, que planifiquen su trabajo y no improvisen; mantener el interés de los padres para que envíen el niño a la escuela y para que avancen. Si no, siempre van a ser los mismos”. Lo más importante es “ que el niño salga firme a la vida laboral; si es responsable, honesto, tiene sentido del sacrificio para lograr lo que se propone y es atento, todas las puertas se abrirán para él”, afirma el director. La encargada de UTP agrega que lo importante es que el niño egrese con capacidad de investigar y trabajar en equipo; “ pueden haber muchas cosas que no sepa o se le olviden, fechas, datos, etc., pero sí sabe cómo buscar la información porque aprendió a investigar, no tiene importancia; lo que necesite, lo va a encontrar”. Otras metas del colegio se refieren al porcentaje de asistencia a clases para mantener un buen ritmo de aprendizaje y que todas las profesoras dominen el sistema de trabajo con guías de aprendizaje. También se espera que los niños terminen la enseñanza media y salgan con un título de especialidad. Respecto al cumplimiento de las metas y objetivos propuestos, todos los entrevistados coinciden en que éstas se han alcanzado, aun cuando no existe un procedimiento de evaluación formal. Las profesoras señalan que la apreciación se basa en la intuición y experiencia de los propios docentes y en el trabajo pedagógico realizado diariamente. Estructura normativa de la escuela Disciplina Existe un conjunto de reglamentos que detallan las normas de comportamiento para cada uno de los que trabajan o asisten a la escuela. Sin embargo, tanto el director como los profesores, alumnos y apoderados sólo conocen con propiedad las normas que rigen para los estudiantes: éstas tienen relación con la presentación personal, aseo y ornato de la escuela, la relación entre profesores y alumnos y la mantención de ciertos hábitos de orden en la escuela. En caso de incumplimiento de las normas, existe un conducto de acción conocido por todos los miembros de la comunidad escolar. Como primera medida, hablan los profesores con el estudiante; si esto no da resultado, lo hace el director, quien, dependiendo de la gravedad del problema, cita al apoderado. Sin embargo “en la práctica, tratamos de resolver los problemas conversando con ellos”. En general, la disciplina es evaluada positivamente por todos, no se producen mayores agresiones verbales o físicas en los recreos y no hay robos. El buen comportamiento de los estudiantes es atribuido a la formación disciplinaria que han recibido a lo largo del tiempo ( “se han formado desde siempre aquí en la escuela”) y al apoyo entregado por los padres, muchos de los cuales son ex alumnos del colegio y comparten las reglas. Los alumnos atribuyen su buen comportamiento al fomento de la disciplina por parte de los profesores, “nos dicen que vamos a entender mejor lo que nos enseñan si nos portamos bien” , lo cual es apoyado y reforzado por sus padres en el hogar.

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