¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza
E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A ÍNDICE 14 PRIMERA PARTE selección de los docentes con el objeto de incorporar a los profesionales más idóneos y aptos según las orientaciones particulares. Estas escuelas saben lo que quieren y el tipo de docentes que necesitan. La asignación de profesores a distintas funciones y tareas es racionalmente manejada. Se preocupan de que cada cual se desempeñe en el cargo, nivel o asignatura que más le acomode y más se adecue a sus propias fortalezas y debilidades. Posiblemente, la estrategia más decisiva en estas escuelas es el perfeccionamiento de sus docentes, apoyado en cursos externos pero centralmente a través de un proceso continuo de capacitación interna. Constantemente se generan instancias donde los profesores comparten experiencias, aciertos y desaciertos, derivando aprendizajes que orientan las prácticas en el aula. Las escuelas difieren notoriamente en cuanto al apoyo externo que reciben y a la disponibilidad de materiales con que cuentan. En algunas, la escasez de recursos es una complicación y una necesidad prioritaria, aunque no es un impedimento para la obtención de buenos resultados. La clave es aprovechar y gestionar todos los recursos disponibles. El asunto no es la cantidad, sino la imaginación e ingenio aplicados para aprovechar lo que está al alcance. Las claves anteriores van aparejadas con un clima escolar positivo y un capital simbólico marcado por el compromiso, la ética de trabajo, la identidad y el orgullo por la escuela. 5. Entre las claves de los buenos resultados que tienen raíz en las prácticas pedagógicas en el aula, destacan clases motivadoras y cercanas a la vida cotidiana de los alumnos, con propósitos claros, estructura, ritmo, alto aprovechamiento del tiempo, exigentes, con predominio de refuerzos positivos, evaluación y retroalimentación regular del aprendizaje de los alumnos, dan prioridad a la comprensión lectora, expresión de ideas, razonamiento lógico, autonomía y creatividad de los niños. Los profesores en conjunto usan una amplia gama de metodologías de enseñanza, optando por las que en la práctica han demostrado mayor eficacia. (Por metodología se entienden los medios puestos al servicio del aprendizaje y su eficiencia no es intrínseca, sino relativa a cada situación). Es destacable el que los profesores desarrollen sus clases con pocos o inexistentes problemas de disciplina. En general, los niños se mantienen involucrados, siguen atentamente las instrucciones, colaboran mucho entre pares y rara vez se producen conductas disruptivas. La combinación de clases motivadoras, presencia activa del docente en el aula y uso intensivo del tiempo, parece ser la fórmula para diluir la tendencia de algunos niños a entrar en dinámicas de indisciplina. Cuando se producen problemas disciplinarios, son resueltos por medio del diálogo, apelando a reglas comunes y a la responsabilidad de cada uno. Los profesores tienen autoridad pedagógica, son respetados por sus alumnos y, al mismo tiempo, tienen relaciones afectuosas y de mucha confianza con ellos. Lo importante es que las relaciones afectuosas, en la mayoría de las salas observadas, se complementan con actividades demandantes para los estudiantes. 6. Escuela-padres y apoderados: una alianza que se construye. Las escuelas estudiadas tienen diferentes posturas respecto a la relación con los padres y apoderados, asumiendo y desarrollando acciones concretas para vincularse a ellos. Estas acciones son disímiles y expresan visiones singulares acerca de las familias y sus posibilidades para apoyar el proceso de aprendizaje de sus hijos. La mayoría de los directivos y profesores entrevistados señalan que el I TRODUCCIÓN
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