¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A Escuela Melecia Tocornal 103 166 SEGUNDA PARTE II. El Despegue La escuela no ha experimentado un despegue en términos de resultados del Sistema de Medición de la Calidad de la Educación (SIMCE), porque desde que existe dicha evaluación, sus puntajes han sido relativamente altos. El establecimiento se destaca porque a sus egresados les va bien en la enseñanza media en San Fernando y en otras ciudades cercanas. Según la directora y los docentes, se trata de una escuela buena y con prestigio en el medio porque imparte una educación centrada en la persona y en los valores. “ Los resultados del SIMCE son el producto de un proceso largo del cual todos somos responsables. Nos interesa la familia, los niños; lo del SIMCE fue una sorpresa, esa no es la orientación ” (las actividades de preparación del SIMCE se limitan a ejercicios para familiarizar a los alumnos con el tipo de preguntas). La escuela no ha mantenido relaciones significativas con el ministerio ni con el Departamento Provincial de Educación (DEPROV), por lo cual los buenos resultados académicos parecieran ser fruto de un proyecto educativo claro y preciso que marca con fuerza el funcionamiento, forma de trabajo, clima organizacional y relaciones entre los integrantes de la comunidad escolar (dirección, personal docente, paradocente, administrativo, auxiliar, alumnos y padres o apoderados) apoyándose en valores cristianos y católicos, los que entrelaza exitosamente con mucho orden, disciplina y compromiso con la tarea pedagógica. III. Factores del Éxito El proyecto educativo: valores cristianos y superación personal La escuela tiene una clara definición de sus objetivos educacionales, orientados hacia la formación de personas . La directora señala que “ el objetivo es formar al niño en sabiduría, salud y santidad, para ser personas que sirvan a la comunidad, que crezcan en valores: sinceridad, lealtad, respeto, compañerismo, que sigan la verdad, que pidan disculpas, que los alumnos se sientan importantes, que sean personas y se valoren como tales ”. Por su parte, los docentes corroboran: “ hay una formación cristiana, de respeto, en todas las asignaturas siempre se recalcan los valores, por ejemplo, la honestidad. Se inculca a los alumnos el que imiten las cosas buenas ”. Un vistoso letrero ubicado en el patio dice “No hagas a tu prójimo lo que no quieres que te hagan a ti”, frase que representa el estilo de relación que se propicia en los miembros de la comunidad escolar. Al mismo tiempo, el proyecto de la escuela estimula con fuerza la formación académica de los alumnos y la necesidad de responder diferencialmente a cada uno de ellos priorizando la persona, los valores cristianos y la superación personal, entendida como aprendizaje y ampliación de capacidades. “ Hay preocupación por la superación personal de los alumnos . Todos los niños y niñas pueden aprender. Los niños tienen distintas capacidades, pero todos pueden, se les debe dar la oportunidad. Hemos tenido niños con deficiencias graves y han logrado avances ”, señala la directora. Los docentes concuerdan en que “cada uno puede aprender, aunque sea a un ritmo distinto” . La formación académica se orienta a posibilitar la continuidad de los estudios de sus alumnos. Los planes y programas que se siguen son los oficiales ya que “ las evaluaciones posteriores son a base de esto y no queremos que nuestros niños queden en desventaja ”. Para la directora, el haber trabajado en enseñanza media le permite conocer las exigencias de ese nivel y preparar a los alumnos para enfrentar con éxito su ingreso y permanencia en la educación secundaria. Los apoderados, muchos de ellos ex alumnos, tienen claros los objetivos del colegio : “que los niños salgan bien educados y con valores . Se sabe que es un buen colegio, y porque es religioso inspira confianza. Nos gusta el trato con los niños, les conversan, son acogedores ”.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=