¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza

E S C U E L A S E F E C T I V A S E N S E C T O R E S D E P O B R E Z A Escuela Básica F-376 Cuncumén 142 SEGUNDA PARTE Actualmente se realizan muchos trabajos grupales, individuales, guías de autoaprendizaje, carpetas de trabajo y juegos con el objetivo de “respetar los ritmos y estilos de aprendizaje, los gustos e intereses de los alumnos”, señala la directora. Un ejemplo de esta práctica se observó en una clase de 2º básico, cuando frente a una actividad de conteo, el profesor se ocupó de tranquilizar a aquellos que terminaron antes de contar y de ayudar personalmente a los más lentos. Prácticas pedagógicas: aprender haciendo Los profesores experimentaron un vuelco en la forma de mirar al niño. Antes, los alumnos eran un objeto y los profesores máquinas pasadoras de contenido. Sin embargo, “nos dimos cuenta que los niños se aburrían y nosotros también porque uno también se aburre de estar parado hablando”. A partir de este cambio, se adornan las salas de forma estimulante para los niños y se adquiere una política de letrar la escuela, las salas de clases son una verdadera fiesta para los ojos , llenas de color, algunas con murales pintados por un apoderado, canciones, números y dibujos escritos en la pared, la mayoría de este material hecho por los mismos niños y sus padres. Respecto a la forma de hacer clases, se renuevan las metodologías instaurándose la visión constructivista propia de la reforma en marcha, donde el niño aprende haciendo . Se integra con fuerza el uso de material didáctico creativo (dominós letrados, cartas numéricas, fichas, carpetas de trabajo, trabajo en grupos, en parejas e individual, etc.) bajo la idea de aprender jugando. Los profesores son acogedores y estimulan la participación. Intentan contextualizar los aprendizajes con el entorno acercando los contenidos expuestos a la realidad de los alumnos. En las clases de lenguaje y comunicación, por ejemplo, para desarrollar las habilidades de redacción y expresión oral, los alumnos deben realizar entrevistas a gente del pueblo con el fin de recolectar leyendas e historias de la zona, las que luego son seleccionadas y publicadas en el boletín interno El Murmullo . Una práctica instaurada es la lectura silenciosa por 10 minutos diarios, actividad muy entretenida a juicio de los niños. De lunes a jueves leen libros o revistas escogidas en la biblioteca de aula, existente en todas las salas. Los viernes deben escribir una síntesis de lo leído durante la semana. El profesor también realiza una lectura en ese lapso y la comenta con los alumnos. Este cambio de las prácticas pedagógicas es percibido por los alumnos: “los profesores nos enseñan bien, son entretenidos, si uno está mal lo corrigen y no nos presionan para terminar algo altiro... nos enseñan con ejemplos, sacan al pizarrón, hacen disertar, dan trabajos de recopilaciones, entrevistas a profesores y gente de la comunidad... eso es entretenido porque aprendemos cosas de Cuncumén”. Respecto al ambiente didáctico y manejo grupal, los docentes muestran un buen desempeño. En cuanto al apoyo al desarrollo afectivo social, la observación destaca las habilidades de los profesores para fomentar la cooperación y el respeto entre compañeros. Hay una constante supervisión frente a las dudas de los alumnos. Son muy atentos, los escuchan y les dan tiempo para elaborar respuestas. Finalmente, respecto al desarrollo cognitivo y verbal, los docentes hacen un muy buen uso del lenguaje. Hay también una buena contextualización de contenidos con respecto a la realidad de los niños. Las observaciones realizadas muestran que los profesores están bien preparados para hacer sus clases y generan espacios propicios para el aprendizaje. Hace falta, sin embargo, un mayor refuerzo a las conductas y resultados positivos de los alumnos y fomentar las destrezas y cualidades propias de cada niño.

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