¿Quién dijo que no se puede? Escuelas efectivas en sectores de pobreza
SEGUNDA PARTE 141 E S C U E L A B Á S I C A F - 3 7 6 C U N C U M É N S A L A M A N CA Cadena de capacitación La escuela instauró una política de perfeccionamiento docente constante motivada por el director, quien realizó personalmente gran cantidad de cursos, dejando un positivo ejemplo a los profesores: todos los veranos, aun durante el año, realizan cursos de Nivel Básico (NB), de currículum, de administración escolar, de evaluación (todos los profesores tomaron este curso), de trastornos de aprendizaje, etc. (sólo los NB son financiados por la municipalidad; el resto, son autofinanciados por ellos mismos). El perfeccionamiento docente voluntario constituye casi una norma en la escuela y ha permitido a los profesores mantenerse no sólo actualizados, sino a la vanguardia en las innovaciones pedagógicas. Esta cadena de capacitación se refleja en la actitud de los padres, quienes destacan que “los profes se perfeccionan todo el tiempo y eso es un ejemplo para nosotros, no nos podemos quedar atrás, tenemos que perfeccionarnos nosotros y nuestros hijos”. El poder efectuar una capacitación continua es posible gracias al diálogo que existe entre profesores y apoderados. Los docentes comparten con los padres los cursos que están tomando y los hacen comprometerse con la causa . Así, por ejemplo, cuando deben participar en algún taller en horas de clases, los padres se quedan a cargo de la sala de clases. La cadena de capacitación repercute finalmente en los niños, quienes se dan cuenta que la misión de estudiar no es sólo de ellos. El aprender es algo fundamental para todos y si las personas que más respetan lo hacen constantemente es porque es bueno y ellos también deben hacerlo. Se genera un círculo virtuoso que potencia el aprendizaje de todos. Grupo de integración: que todos aprendan, cada uno a su ritmo Una estrategia fundamental en la escuela es el llamado proceso de integración . Los profesores se frustraban al ver que sus esfuerzos pedagógicos no rendían los frutos esperados en algunos niños. Postularon al programa para alumnos con necesidades educativas especiales del Ministerio de Educación logrando realizar un diagnóstico profesional del funcionamiento cognitivo de los alumnos. Los resultados –15 niños con diagnóstico de déficit intelectual y otros 15 con trastornos de aprendizaje– fueron deslumbrantes para los profesores y los llevó a responsabilizarse del soporte e integración de los alumnos a la educación normal. Se capacitó a una profesora para apoyar la integración de los niños a la sala de clases normal. El objetivo propuesto fue trabajar en una sala de integración con materiales didácticos adecuados durante un tiempo determinado por semana, volviendo a clases normales el resto de la jornada escolar para que los alumnos pudieran aprender siguiendo sus propios ritmos y niveles de aprendizajes. Actualmente, es un hecho. Esto impactó en las prácticas pedagógicas de los docentes: ahora debían trabajar con alumnos que la escuela reconocía que podían aprender y se hacía responsable de ellos, pero con atención y educación especial. De modo casi inmediato, surgió el tema de evitar la estigmatización de dichos alumnos por parte de sus compañeros. Los resultados positivos, es decir, niños integrados que aprendieron a leer antes de llegar a 4º básico, integrándose al curso y manteniendo buenas relaciones con sus compañeros, repercutieron en la forma de hacer clases y en la noción de aprendizaje de los profesores. El alumno pasó a ser el centro del accionar de los docentes. “Los profesores explican muchas veces la materia hasta que uno entienda, los alumnos a los que les va bien profundizan más y les ayudan a los de integración... los profes incentivan el compañerismo” , manifiestan los alumnos.
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