Mejoramiento escolar en acción

149 Mejoramiento Escolar en Acción asuntos y no aceptan acríticamente las “líneas del partido”. Son aprendices, como sus estudiantes, y están constantemente saliendo de su zona de con- fort y asumiendo riesgos (Ylimaki, 2005). Crean auténticas comunidades de aprendizaje en sus escuelas. Utilizan múltiples formas de datos para moni- torear el progreso de sus estudiantes y programas. Utilizan los datos de las evaluaciones como forma de diagnóstico, pero no permiten que distorsionen el currículo y la enseñanza. No toleran el lenguaje y las acciones racistas, sexistas, homofóbicas o de discriminación a los discapacitados y trabajan para construir una cultura de tolerancia. Les muestran a sus estudiantes distintas opciones de carreras y les dan alternativas al servicio militar, y se rehúsan a permitir que sus escuelas se militaricen (Anderson, 2009). Comprenden los factores de estrés de los padres con bajos ingresos, las limitaciones de tiempo de los profesores y la ansiedad que los padres tienen respecto al éxito y bienestar de sus hijos, pero trazan una línea ética y equitativa que no se puede traspasar –no para ser autoritario–, sino para actuar como defensores en contra de quienes ejercen su poder sobre los desamparados. Aunque en principio están a favor del sindicato, no tienen miedo de luchar contra este si está apoyando políticas que ponen las necesidades de los profesores por sobre las de los niños. Los líderes que defienden los derechos de los estudiantes saben que deben operar en múltiples niveles. En el nivel individual se ven a sí mismos como defensores del niño al que se le hacen burlas, del discriminado o del que no tiene los recursos suficientes para ser exitoso en los estudios. Pero también ven los problemas más sistemáticos que existen en un aula, una escuela, un distrito, una comunidad, y buscan soluciones que aborden las causas, no los síntomas. A un nivel más amplio, saben que algunas causas, como las políticas sociales no equitativas, pueden estar más allá de su control inmediato, pero tienen una profunda convicción en el poder de la educación no solo para promover a niños con buen rendimiento, sino que también ciudadanos de- mocráticos, empoderados e informados que ejerzan su influencia sobre esas mismas políticas en el futuro. Como ejemplo, en la ciudad de Nueva York una organización comu- nitaria local llamada Centro para Familias Inmigrantes (Center for Immigrant

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