Mejoramiento escolar en acción

134 Idealmente, las relaciones de confianza se debieran establecer inicialmente entre todos los miembros de la comunidad, sin cobrar esta forma piramidal. Sin embargo, las experiencias muestran que es muy importante para los directivos y docentes establecer una base entre ellos primero, antes de involucrar a estudiantes y apoderados. Asimismo, atendiendo a una lógica de convivencia “interna”, dentro del establecimiento tienden a priorizar las acciones de mejora de la convivencia entre profesores y estudiantes. A futuro, será necesario no solo diseñar acciones para incluir a los apoderados sino también ampliar su visión sobre la “Comunidad educativa” para integrarlos. ¿Qué hemos aprendido juntos? El equipo de investigación PUCV y los representantes de estos dos establecimientos municipales –investigadores de sus propias prácticas– hemos aprendido que la convivencia se puede mejorar cuando se gestiona democráticamente y de manera intencionada (Mena et al., 2011). Las prácticas específicas de mejoramiento que hacen una diferencia se encuentran inmersas en procesos más amplios de gestión guiados por principios de democracia y participación de la comunidad educativa, y que involucran progresivamente a los distintos estamentos. Estos procesos de gestión, junto a la valoración colectiva de los logros conseguidos a través de ellos, llevan a nuevas construcciones de significados compartidos sobre la convivencia escolar y sobre la comunidad educativa. Esperamos que estos aprendizajes puedan guiar caminos propios y gestionados con sentido de autonomía por otras comunidades educativas. Aprender de la experiencia: indagando juntos buenas prácticas en convivencia escolar

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