Ecos de la Revolución Pingüina: avances, debates y silencios en la reforma educacional
V IOLA E SPÍNOLA • J UAN P ABLO C LARO 60 válvula de escape parece ser los alumnos más difíciles de enseñar. En términos generales, los aspectos negativos y los riesgos de una RBE se asocian a una vi- sión un tanto restringida del uso de los estándares, que focaliza la atención en los estándares curriculares y en su evaluación y descuida los estándares y com- ponentes complementarios que, como veremos más adelante, son necesarios para apoyar las acciones de mejoramiento de los aprendizajes. Entre las lecciones aprendidas internacionalmente sabemos que, si bien los estándares referidos al aprendizaje de los alumnos siguen siendo centra- les y tienen un rol orientador para el resto de los estándares, éstos deben ser acompañados de componentes complementarios relacionados con las otras dimensiones que conducen al aprendizaje. Por ejemplo, el solo señalar a los docentes lo que se espera de ellos a través de los estándares no es suficiente como para inducir el cambio y es necesario proveer asistencia técnica externa concomitantemente a la entrega de los estándares (Hamilton et al., 2008; El- more, 2008). Los estándares complementarios sirven para modelar y promover entre los actores del sistema educativo lo que se entiende por una educación de calidad dentro de un determinado modelo y lo que se espera de cada uno de ellos. En el caso de Chile, los estándares de desempeño docente resultan altamente relevantes en un contexto en el cual la debilidad de la preparación de los profesores ha quedado en evidencia mediante la evaluación docente y las pruebas INICIA 5 , a la cual se han sometido voluntariamente muchas fa- cultades de pedagogía. En el mundo desarrollado hay diversos ejemplos de los estándares com- plementarios y su alineamiento con los estándares de aprendizaje. Sólo para destacar algunos de ellos, mencionaremos que Inglaterra ha definido estándares de competencias docentes y estándares de administración financiera que se es- pera todas las escuelas hayan alcanzado en abril de 2010. En Nueva Zelanda los profesores de secundaria son evaluados desde el 2000 en base a estándares de competencias profesionales, las que están integradas en un Sistema de Ad- ministración por Desempeño que es obligatorio para todas las escuelas ( Tea- cher Performance Management , 1999). Lo mismo existe en algunos estados de Estados Unidos, como Alaska ( Standards for Alaska’s Teachers , 2000). 5 El Programa INICIA mide las competencias de los estudiantes al egreso de las carreras de pedagogía e identifica los estándares disciplinarios y pedagógicos por carrera con el propósito de proporcionar un marco de estándares y orientaciones curriculares de carácter nacional para las instituciones formadoras de profesores. Los resultados de la prueba INICIA 2009 muestran una gran variabilidad y grandes déficits en la formación inicial docente. Por ejemplo, en matemática, el promedio de respuestas correctas fue de 33% y la institución con los resultados más bajos obtuvo apenas un 21% de respuestas correctas. En la prueba de conocimientos generalistas, el promedio de respuestas correc- tas por institución varió entre 76% y 41%, siendo el promedio de todos los egresados un 53% de respuestas correctas (INICIA-MINEDUC, 2010).
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