Ecos de la Revolución Pingüina: avances, debates y silencios en la reforma educacional

F ORTALECER LA E DUCACIÓN P ÚBLICA : UN D ESAFÍO DE I NTERÉS N ACIONAL 251 del financiamiento compartido; alternativamente, se puede modificar la tabla de descuento que actualmente se aplica, así como el sistema de becas, con el propósito de hacer ambos más progresivos y orientados hacia la integración social. Finalmente, es imprescindible mejorar la regulación de las condiciones de entrada y salida de los proveedores de educación subvencionada. En este sentido, se debe contar con capacidades de planificación para determinar los requerimientos de nuevos establecimientos o de consolidación de algunos de los existentes 24 , cuando haya cambios demográficos relevantes en uno u otro sentido, evitando tanto el exceso como la escasez de establecimientos. Así, por ejemplo, para resolver la sobreoferta, una alternativa es adap- tar la regulación existente en Holanda y Bélgica –únicos países desarrolla- dos con un sistema de financiamiento relativamente parecido al chileno–, en donde la entrega de aportes del Estado está condicionada a la operación de establecimientos de un tamaño mínimo (tanto para la apertura de nuevos colegios como la continuación de los existentes) (Walford, 2000; OECD, 2006). También se podría explorar dispositivos para la reestructuración de establecimientos públicos o privados de crónica mala calidad y/o baja matrí- cula (como los existentes en Estados Unidos e Inglaterra), que permitan dar a éstos “un nuevo comienzo”, aprovechando la inversión en infraestructura educacional ya hecha, antes que financiar la creación de nuevos estableci- mientos en la misma zona. La aplicación de este tipo de intervenciones sobre establecimientos financiados total o parcialmente por el Estado, supone per- feccionar la legislación chilena distinguiendo de mejor forma al sostenedor de la escuela 25 . Por último, para resolver los problemas de escasez de oferta en algunas zonas, debiesen establecerse mecanismos regulares y expeditos de crédito financiero de largo plazo para los sostenedores de educación pública, que les permitan responder oportunamente a cambios demográficos por me- dio de la ampliación o construcción de nuevos establecimientos educativos de su dependencia. 24 En zonas de baja densidad poblacional, por ejemplo, es factible coordinar la asistencia de estudiantes de diversas lo- calidades a establecimientos de mayor tamaño, alternativa que debiese ser considerada para las zonas rurales afectadas por el terremoto de febrero de 2010. 25 Ver Bellei y Valenzuela (2007) para un argumento sobre este punto, en relación a la nueva Ley General de Educa- ción.

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