Ecos de la Revolución Pingüina: avances, debates y silencios en la reforma educacional
U NA E DUCACIÓN P ÚBLICA MÁS E FECTIVA . ¿L OS Á RBOLES NO D EJAN V ER EL B OSQUE ? 215 municipalización ha sido un experimento descentralizador incompleto, pues- to que al no haber empoderado a los establecimientos educativos –ni siquiera a sus sostenedores– en asuntos técnico-pedagógicos ha logrado una autonomía elevada para los docentes pero sin responsabilizarlos por sus desempeños. Otro aspecto complejo del proyecto, aunque es de un carácter distinto, es que las corporaciones que se crearían al amparo de él recibirán 1,2 UTM al año por alumno matriculado (130 millones de dólares al año) lo que, even- tualmente, le impone un costo administrativo relativamente alto a estas corpo- raciones. Asimismo, genera presiones a aumentar el tamaño de los municipios (puesto que a mayor número de alumnos, mayor financiamiento para este equipo), pero las economías de escala están al nivel de la escuela y el proyec- to no entrega incentivos en esa dimensión. Una reflexión más acabada sobre el significado de este financiamiento da cuenta de que éste, implícitamente, está suponiendo que la subvención actual no es suficiente para financiar una estructura administrativa razonable que permita alcanzar los resultados de- seados, incluso para los municipios más grandes (ya que los recursos se otor- gan siempre, independientemente del tamaño del distrito). Si ello se acepta, entonces, el problema central no tiene que ver con que los establecimientos estén en manos de los municipios, sino con que el financiamiento no es el adecuado. Siguiendo esa lógica, la situación también se aplica al caso de los establecimientos particulares subvencionados puesto que se financian con el mismo monto de subvención. Por lo tanto, lo que correspondería es diseñar una subvención por estudiante distinta y evitar un financiamiento adicional para la educación estatal a través de una vía discriminatoria hacia los estudian- tes del resto de las escuelas. Mejores alternativas para el logro de una educación estatal de calidad Durante todo el capítulo se ha mencionado lo que creemos debe hacerse para el logro de una educación pública de calidad, lo que se resume en fortale- cer las capacidades de los establecimientos. Cualquier transformación institu- cional en la organización de esa educación no va a producir resultados si no va de la mano de la creación de capacidades en las escuelas y, para avanzar en esta última dimensión, el cambio institucional no es urgente. Reconocemos, sin embargo, que desde el punto de vista de la eficiencia puede ser recomendable rediseñar el área geográfica que agrupa a un conjunto específico de estableci- mientos y, por lo tanto, no descartamos que pueda pensarse en una organi- zación alternativa a los municipios para aquellos casos puntuales. Asimismo,
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