Ecos de la Revolución Pingüina: avances, debates y silencios en la reforma educacional

U NA E DUCACIÓN P ÚBLICA MÁS E FECTIVA . ¿L OS Á RBOLES NO D EJAN V ER EL B OSQUE ? 187 todo, no estimamos que ellas puedan ligarse de manera tan clara al hecho de que los establecimientos dependan de los municipios. Por ello, si el debate y las reformas que se acometan sólo aspiran a modificar y reorganizar la depen- dencia de la educación pública, los obstáculos al desarrollo de esa educación no desaparecerán. Es esto lo que hace cuestionable el proyecto de ley de for- talecimiento de la educación pública que envió el gobierno de la Presidenta Bachelet al Congreso y que está alojado, en estos momentos, en la Comisión de Educación del Senado. Por cierto, sería ingenuo pensar que el debate se cierra sólo en estas dimensiones. Las reformas que se hagan en el ámbito de la educación pública tienen que inscribirse y ser coherentes con otros cambios que estén ocurriendo en el sistema escolar. En ese sentido es importante notar que nuestro sistema escolar se caracteriza por una serie de reglas que, en estricto rigor, son inconsistentes entre sí y que afectan en mayor grado a dicho sector. Por ejemplo, el sistema de financiamiento por estudiante supone dejar en manos de los sostenedores las decisiones que les permitan controlar los costos de los servicios educativos que proveen, como lo es la gestión de sus recursos humanos. Sin embargo, en el caso de los establecimientos municipales el grado de control sobre dichos recursos por parte de los administradores es muy limitado. La solución de ésta y otras tensiones es indispensable y las políticas que se adopten para mejorar la calidad y equidad de la educación, particularmente en su aplicación al mundo estatal, no pueden desligarse de estas inconsistencias. Es muy probable que la dirección precisa de dichas soluciones sea controversial, por lo mismo, es imprescindible identificar cuáles son los puntos de conflicto, lo que a su vez requiere abordar los asuntos señalados anteriormente. Asimismo, toda reforma futura en el ámbito de la educación pública no puede dejar de considerar que, entre otros aspectos, se está comenzando a aplicar un sistema de financiamien- to que responde de modo más fehaciente, aunque seguramente requiere de perfeccionamientos, a las verdaderos costos de educar a niños y jóvenes de dis- tintos orígenes socioculturales y que estará sometido a estándares de desempe- ño de los aprendizajes precisos y exigibles en plazos razonables, todo ello en un contexto de mayor información y transparencia 6 . Las nuevas exigencias presio- narán a todos los establecimientos, pero es posible que algunas los impacten de modo diferenciado según los problemas que en ellos estén presentes. Por ejemplo, es sabido que uno de las realidades de la educación municipal es la alta heterogeneidad que se observa en el desempeño de los cursos de un mismo 6 Esta afirmación supone que se aprueba el proyecto de ley de aseguramiento de la calidad de la educación que se en- cuentra en sus últimos trámites en el Congreso.

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