Ecos de la Revolución Pingüina: avances, debates y silencios en la reforma educacional

V IEJOS D ILEMAS Y N UEVAS P ROPUESTAS EN LA P OLÍTICA E DUCACIONAL C HILENA 15 debate internacional, especialmente en países anglosajones, se conoce como una reforma educacional basada en estándares (RBE). Se trata seguramente de la mejor conceptualización disponible de estas nuevas políticas. Así, este nue- vo marco contempla la definición explícita de metas a ser alcanzadas por los actores educacionales –estándares–, la existencia de mecanismos formales de evaluación de estos estándares, y la aplicación de consecuencias asociadas a los resultados de dichas evaluaciones, mediante las cuales se recompense el éxito y se tomen medidas correctivas para superar los fracasos. Los autores destacan que la definición de estándares de resultados tiene múltiples ventajas, pues permite identificar las metas a ser alcanzadas, alinear los recursos, políticas y prácticas con los resultados definidos, así como incrementar la transparencia y la rendición de cuentas de los actores del sistema escolar frente a las familias y los ciudadanos. Llama la atención que los autores no mencionen la necesidad de complementar las propuestas de RBE con políticas nacionales que permitan contar con mejores docentes y equipos directivos para todos los establecimien- tos, sino que planteen que esto debiese ser resuelto mediante la aplicación de estándares complementarios a los de aprendizaje de los estudiantes. Espínola y Claro recurren a algunas experiencias internacionales –espe- cialmente Inglaterra y Estados Unidos– para justificar su optimismo respecto de las RBE. Sin embargo, a partir de la misma evidencia internacional, iden- tifican algunos riesgos de este tipo de políticas, entre los que sobresalen el reduccionismo de la educación (“sólo se enseña lo que se mide”) y el incentivo para que las escuelas excluyan a los estudiantes con mayores dificultades de aprendizaje, situaciones que se presentarían con mayor frecuencia en sistemas escolares donde los niveles de exigencia o las sanciones son más altos y los me- canismos de soporte y apoyo, escasos. En efecto, de su análisis de la propuesta chilena, los autores identifican algunas debilidades entre las que se cuenta un fuerte desequilibrio entre las altas exigencias impuestas a todos los actores del sistema escolar y los pobres mecanismos para apoyarlos en el logro de estos resultados. También afirman que se debe incluir estándares específicos sobre aspectos técnico-pedagógicos para los sostenedores educacionales, de forma de hacerlos responsables por las decisiones críticas que afectan los resultados de los establecimientos bajo su responsabilidad (en una lógica de “mejoramiento continuo”, considerando que existe una enorme heterogeneidad en sus condi- ciones iniciales). El optimismo con precauciones de Espínola y Claro es fuertemente contrastado por Juan Casassus en el capítulo “Las Reformas Basadas en Estándares: un camino equivocado”, donde expresa una visión pesimista acerca del curso tomado por las reformas institucionales al sistema escolar chileno. Es importante mencionar que en su forma original el trabajo de

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