Ecos de la Revolución Pingüina: avances, debates y silencios en la reforma educacional

J ACQUELINE G YSLING • D ENISE H OTT 120 El consenso existente entre las autoridades educativas de la época lleva a evaluar el cambio de estructura, extendiendo los años de educación básica y disminuyendo las diferencias entre la modalidad HC y TP. Sin embargo, este cambio de estructura no se considera posible, ni recomendable, por las dificul- tades prácticas que implica. Se opta entonces por reorientar el nivel curricular- mente, considerando su impacto en el desarrollo del país y en las trayectorias de vida de los estudiantes 17 , sin modificar los enmarcamientos institucionales. La reforma curricular de la segunda mitad de los noventa 18 es evidencia de este esfuerzo por hacer un cambio estructural que sigue las orientaciones de la Comisión de Modernización, sin alterar los límites institucionales, según las decisiones del Gobierno. En esta reforma se define un currículum para edu- cación básica más exigente que el del año 80 y se eliminan las reglas que per- miten reducir en la práctica el currículum. Para la educación media se definen dos años de formación general común para la modalidad TP y HC y dos años terminales diversificados. No se acaba con las modalidades TP y HC, ni con el hecho de que ocho años de la formación general son provistos por las escuelas básicas, y dos por los liceos de educación media. El cambio curricular, acerca nuevamente la formación de liceos HC y liceos TP, no obstante, no modifica la segregación social, ya que la EMTP sigue siendo fundamentalmente una opción para los sectores más vulnerables de la sociedad 19 . Por otra parte, la recomendación de la Comisión de extender la escolari- dad general obligatoria no se implementa inmediatamente, pero se mantiene como una necesidad. Así el año 2003 se aprueba la Ley de 12 años de Escola- ridad Obligatoria, con lo que se da un apoyo decidido a la cobertura universal de la educación media. Los cambios que se han operado en el sistema escolar en los noventa son profundos, sin embargo, para la Comisión de Modernización y para las auto- ridades que elaboran la reforma curricular, pasa inadvertida la transformación de la formación de profesores durante la dictadura militar, y el hecho de que las mayores exigencias del currículum de educación básica difícilmente iban a ser provistas por profesores generalistas. Incluso una disposición paliativa del decreto 4.002 de 1980, que tendía a la especialización de los profesores en la práctica, no se incluirá en la nueva definición curricular, flexibilizando aún 17 Los testimonios de los encargados de la política educativa de entonces señalan que la decisión sobre un cambio de estructura la sancionó el mismo Presidente Aylwin, quién informado sobre la fallida experiencia Argentina de rees- tructuración de este nivel, y visualizando las complicaciones que implicaría un cambio de las instituciones escolares y el traslado de los cursos de una institución a otra, descartó esta alternativa. 18 Decreto Supremo 40 de 1996 para la educación básica y 220 de 1998 para la educación media. 19 Como se explica más adelante, 64,7% de la matrícula TP corresponde alumnos provenientes de los quintiles de me- nores ingresos.

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