Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿aporte al mejoramiento escolar?
94 Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿Aporte al Mejoramiento Escolar? el desarrollo del programa. Sin embargo, aunque las escuelas estudiadas habían comenzado en 2006 con el programa, no todos los compromisos referidos a los tiempos de los equipos docentes habían sido satisfechos. Asimismo, la condición de que no hubiera otros programas de mejoramiento simultáneamente desarrollándose en las escuelas, tampoco era respetada: nuestro trabajo en terreno da cuenta de escuelas enormemente demandadas por otros programas de intervención, algunos de los cuales incluso temáticamente relacionados con Mejor Escuela. Finalmente, el programa se entiende como voluntariamente asumido por las escuelas participantes, pero en la práctica las condiciones de esta aceptación están muy marcadas por la jerarquía institucional que implica una “invitación” del sostenedor; así, en las dos comunidades escolares que visitamos, como en otras por ellas reportadas, queda claro que el inicio del programa se hizo sin el compromiso activo e incluso contra la voluntad de importantes actores de estas comunidades. La llegada a las escuelas: de la sospecha a la aceptación El Programa Mejor Escuela llega, por decirlo de algún modo, dos veces a la escuela: durante la Negociación y durante la Instalación. Aunque se espera que sea la coordinación del programa la que dé continuidad a la relación con la escuela, a nivel de los profesionales, dos equipos diferentes realizan ambos procesos. Formalmente, el programa debiese ser presentado a la comunidad escolar du- rante el proceso de Negociación, puesto que la opinión de los actores es uno de los antecedentes que se toma en cuenta para decidir realizar la asesoría. Este proceso es conducido directamente por la coordinación del programa, quienes asisten a reuniones con el sostenedor, los directivos y luego con la comunidad escolar. A pesar de que efectivamente estas actividades se llevaron a cabo en los casos estudiados, los actores escolares coinciden en señalar que su nivel de información al momento de iniciarse el programa era prácticamente nulo. No obstante, los actores coincidieron en señalar que una de las fortalezas del diagnóstico y planificación de Mejor Escuela es su carácter participativo, en contraposición con otras experiencias de planificación previas. Lo más visible de esa etapa para docentes y directivos fue el diagnóstico insti- tucional y –sobre todo– el diagnóstico de los aprendizajes de los alumnos. Los directivos coinciden en señalar que el diagnóstico de la Fundación Chile es pro- fundo, detallado y estructurado. El resultado –aseguran– es que la escuela logra obtener un mapa de sus fortalezas y debilidades mucho más preciso y más útil para efectos de planificación de procesos de mejoramiento.
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