Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿aporte al mejoramiento escolar?

72 Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿Aporte al Mejoramiento Escolar? Metodología de trabajo que desafía, pero no agobia ni frustra a los docentes El trabajo de asesoría debe ser desafiante para los docentes, impulsar la ad- quisición de nuevos saberes y la incorporación de nuevas prácticas; debe ser efectivamente una instancia de desarrollo profesional. Sin embargo, la asesoría también debe tomar en cuenta el nivel de competencias, las expectativas y la disposición de los docentes, además de sus tiempos; debe cuidarse de no supo- ner niveles de conocimiento previo demasiado altos o exigencias desmedidas, pues algunos profesores se desmotivan y dejan de participar. Además, si existe una presión exagerada sobre los docentes por lograr rápidamente las metas, el estrés y la frustración pueden aumentar, y tener efectos negativos sobre la mo- tivación, el clima escolar y el proceso de mejoramiento buscado. 4.3 La generación sistemática de evidencia para orientar el trabajo del programa Diagnóstico, monitoreo y evaluación Es clave para el desarrollo de un buen programa ATE conocer el “punto de par- tida” y la realidad específica de las escuelas con las que trabajará al momento de iniciar el apoyo. El diagnóstico completo de la escuela (tanto a nivel institu- cional como pedagógico-curricular) posibilita la detección de los puntos débiles que tiene el establecimiento y sobre los cuales debe enfocarse la asesoría. La fotografía provista por este diagnóstico inicial debe ser actualizada cons- tantemente conforme avanza el proceso de cambios: contemplar instancias o instrumentos para el seguimiento de los avances logrados en el proceso de asesoría es otro elemento positivo. Para que esta información de monitoreo sirva a su propósito, el dispositivo debería ser transparente y participativo, e incluir formas de retroalimentación a la comunidad educativa. Es indis- pensable generar una reflexión –tanto en los equipos asesores como en sus contrapartes en el establecimiento– acerca de los avances y dificultades expe- rimentados en el desarrollo del programa. Cuando este trabajo se realiza en conjunto con el equipo directivo, contribuye también a la generación de estas capacidades en la escuela. Finalmente, es importante contar con evidencia sobre resultados, que muestre la efectividad del programa en relación a los objetivos propuestos. La evaluación de impacto de los programas ATE permitiría a las instituciones retroalimentar

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