Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿aporte al mejoramiento escolar?

¿Qué hemos aprendido sobre programas de Asistencia Técnica Educativa? 69 de las escuelas participantes. Esto es especialmente delicado considerando que modificar estas dimensiones es reconocidamente uno de los aspectos clave para dar sostenibilidad a los procesos de mejoramiento escolar. En definitiva, se aprecia una cierta carencia de indicadores de proceso o de impacto en resultados intermedios (como las capacidades docentes) que pudie- ran anticipar el logro de los resultados finales (aprendizaje de los alumnos). A nuestro juicio existen dos simplificaciones de las que los programas debiesen alejarse: reducir el estudio de los programas ATE a la mera estimación de su impacto en indicadores de aprendizaje de los alumnos (evaluaciones tipo caja negra ), y reducir la evidencia sobre efectos del programa a las percepciones de los actores o la evidencia informal o casuística. De no hacerse, será muy difícil construir un conocimiento válido para mejorar la calidad y efectividad de los servicios de asesoría educativa externa. 4. Un programa ATE de calidad: elementos a partir de la evidencia La aproximación a los programas ATE usada en este estudio analiza la asesoría externa en cuanto a su potencialidad para producir o sostener procesos de me- joramiento escolar. Este es por tanto el criterio con que debe definirse la calidad de un servicio ATE. Esta última sección identifica y explica brevemente algunos factores o componentes que podrían considerarse parte de un programa ATE de calidad. Complementariamente, en la parte final se reflexiona acerca de la relación entre este tipo de apoyo y los procesos de mejoramiento escolar. Para ponderar adecuadamente los contenidos de esta sección, conviene realizar algunas precisiones. Primero, los componentes de calidad que se mencionan a continuación no están todos presentes en cada uno de los programas ATE de los estudios de caso; incluso más, no es claro hasta qué punto es posible aspirar a que todos estos elementos se den simultáneamente en un programa. Nuestro nivel de conocimiento no nos permite aventurar acerca de cuáles de estos factores serían “indispensables” en una ATE de calidad. Segundo, dado que la evidencia que sustenta esta síntesis proviene de los casos estudiados, no se debe olvidar la particularidad de estos programas ATE, especialmente su carácter relativamente complejo. Finalmente, como se ha explicado, la eviden- cia analizada combina hechos y percepciones; es decir, información objetiva y subjetiva acerca del desarrollo de estos programas en las escuelas.

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