Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿aporte al mejoramiento escolar?
¿Qué hemos aprendido sobre programas de Asistencia Técnica Educativa? 63 3.2 ¿Tienen efecto los programas ATE en las prácticas de enseñanza de los docentes? En el contexto escolar, para mejorar los resultados de aprendizaje de los alum- nos se debiese verificar primero un mejoramiento de las prácticas de enseñan- za de los docentes. Este supuesto está a la base de los casos estudiados. Sin embargo, en términos generales, estos programas ATE no cuentan con eviden- cia sistemática acerca del mejoramiento de la pedagogía que desarrollan los docentes de las escuelas asesoradas. En efecto, los programas ATE no aplican instrumentos estandarizados o procedimientos sistemáticos de observación y estudio de los cambios producidos a nivel del aula como consecuencia de la par- ticipación en el programa. Tampoco en esta dimensión fue posible identificar estudios evaluativos externos. Sin embargo, los actores entrevistados son elocuentes en reportar modificaciones de las prácticas de enseñanza (y más en general, del trabajo en el aula) asociadas con la intervención del programa ATE. Estos reportes se basan principalmente en tres fuentes. La primera de ellas, es evidencia anecdótica, asistemática, recogida en conversaciones y en la vida cotidiana de la escuela por los docentes directi- vos, técnico-pedagógicos o los propios asesores externos. La segunda fuente la constituye el autorreporte de los propios docentes; de acuerdo a informes de la Fundación Educacional Arauco, por ejemplo, la mayoría de los docentes mani- festó que su práctica de enseñanza se había modificado como consecuencia de su participación en el programa. La tercera fuente la conforman las observaciones de aula que los programas han realizado con relativa frecuencia. Este punto es notable ya que, como se sabe, tradicionalmente los docentes son reacios a permitir la entrada de observadores externos a sus salas, aunque se tra- te incluso de otros colegas. La docencia se realiza en la privacidad de un profesor y su grupo curso. Sin embargo, en los últimos años esto ha comenzado lenta- mente a cambiar, de forma que en la actualidad se está extendiendo la práctica de la observación de aula, por observadores externos, superiores de la escuela y entre pares. Los programas ATE analizados hacen un uso relativamente in- tensivo de la observación de aula y es sobre la base de estas observaciones que directivos y asesores afirman identificar la introducción de modificaciones en las prácticas pedagógicas de los profesores. No obstante, en algunos casos estas observaciones son anunciadas con anticipación, lo cual les resta validez como fuente de información sobre cambios en la pedagogía. Ciertamente, no cualquier cambio en la pedagogía constituye un mejoramien- to. La valoración positiva de estos cambios se basa fundamentalmente en su
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=