Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿aporte al mejoramiento escolar?
¿Qué hemos aprendido sobre programas de Asistencia Técnica Educativa? 49 alumnos, situaciones que obstaculizan el trabajo en equipo y de aprendizaje colectivo que promueve la asesoría. Las situaciones señaladas llevan a que una de las primeras tareas en todos los casos sea convencer a la escuela de que lo que trae el programa es atractivo e importante para ella. Esta estrategia toma distintas formas y debe reiniciarse a medida que se incorporan nuevos actores al trabajo de asesoría: director, inte- grantes del equipo directivo, docentes de aula. Entre las medidas tomadas, las siguientes son comunes a los seis programas: • Flexibilidad máxima para adecuar los tiempos de asesoría a los tiempos de cada escuela, sus directivos y docentes. • Sensibilidad y respuesta a necesidades urgentes que plantean los directivos y docentes, aunque no estuvieran previstas en el programa. Se trata por lo general de demandas del colegio vinculadas a requerimientos del Mine- duc y del sostenedor, como tareas de actualización del Proyecto Educativo Institucional (PEI), elaboración de reglamentos de convivencia, apoyo a la constitución del Consejo Escolar, diagnóstico y formulación del plan de mejora en el marco de la SEP. • Cuidado en asegurar la calidad técnica y humana de los profesionales que trabajan con la escuela, donde los atributos de capacidad de escucha, em- patía, conocimiento de la cultura y el lenguaje de los docentes, claridad de expresión y concreción práctica de las ideas son clave. A ello se suma mos- trar un currículum con experiencia larga, comprobada y exitosa en el aula y en un medio social similar al que existe en la escuela asesorada; además, realizar un trabajo concreto y aplicado, que facilite y no complique la labor de directivos y docentes. Estos atributos facilitan que el programa les haga sentido a los beneficiarios, y que lo palpen y lo entiendan como pertinente y útil a sus necesidades y realidad. • Cumplimiento con lo comprometido e impecabilidad en el trabajo. Contar con un equipo ATE con presencia regular y periódica en la escuela, que rea- liza un trabajo profesional riguroso modelando con el ejemplo las conductas que se esperan de directivos y docentes, que nunca deja de responder pregun- tas, de retroalimentar ideas y acciones, que sea accesible por teléfono o correo electrónico para consultas y que las responde debida u oportunamente. • Conformar un equipo de trabajo que a los ojos de directivos y docentes sea coherente, tenga un proyecto compartido, aplique metodologías y proyecte un estilo de trabajo común, comparta información y exista comunicación entre sus integrantes acerca de lo que se va haciendo.
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