Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿aporte al mejoramiento escolar?
Programa Mejor Escuela 109 las observaciones de aula realizadas como parte del mismo programa, nuestros entrevistados reportan una creciente y relativamente extendida adopción de los instrumentos de práctica pedagógica de Mejor Escuela: los materiales didácti- cos, las guías y las planificaciones de clases. Un cambio destacado insistente- mente es que las clases de los profesores serían ahora más ordenadas, mejor estructuradas y articuladas claramente en torno a objetivos de aprendizaje pre- definidos. En general, este mejoramiento de la enseñanza se habría producido más claramente en lenguaje y en los cursos inferiores. Con todo, a pesar de que nuestros informantes están genuinamente convenci- dos de la validez de estas observaciones, es importante recordar que ellas se dan no en un contexto científico, sino como parte de una estrategia de intervención oficial de la escuela, impulsada y aplicada por las autoridades de ésta, lo cual podría afectar esta percepción. Finalmente, para que los cambios en la didáctica sean sostenidos en el tiempo y se institucionalicen en la escuela, es preciso que se produzcan modificaciones en los procesos de gestión que dan soporte al trabajo de los docentes. También en esta dimensión los actores entrevistados tienen una apreciación claramente positiva. Los directores de ambas escuelas estudiadas coinciden en señalar que el ma- yor aporte de Mejor Escuela hasta el momento ha sido ayudarles a ordenar los procesos de gestión escolar, lo cual ha regularizado y dinamizado el funciona- miento de los establecimientos. La gestión escolar es más predecible, focalizada en prioridades definidas a partir de análisis, con una perspectiva más allá de la contingencia cotidiana, con roles y responsabilidades más claros, y con dispo- sitivos de trabajo colectivo más relevantes tanto para el trabajo docente como directivo. Por su parte, la gestión pedagógica de los establecimientos estaría adquiriendo prácticas más profesionales, como la planificación rigurosa, el aná- lisis colectivo de problemas de enseñanza-aprendizaje, el estudio de materiales didácticos, entre otras. Un tema importante a este respecto es saber hasta qué punto estas nuevas prácticas se han institucionalizado en las escuelas y los docentes (directivos, técnicos y de aula) han adquirido las capacidades duraderas para continuar de- sarrollándolas, con independencia del apoyo del consultor. Desde el punto de vista de Mejor Escuela, la pregunta es prematura: el diseño supone 3 o 4 años de acompañamiento exitoso para pensar en cierto grado de sustentabilidad. En efecto, indagados los consultores acerca de si pensaban que de producirse una retirada de su apoyo en esta etapa estos cambios podrían continuar autónoma- mente en las escuelas, la respuesta fue categórica: no, los cambios observados
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