Asistencia Técnica Educativa en Chile: ¿aporte al mejoramiento escolar?

Programa Mejor Escuela 99 reúnen con el director y el equipo de gestión a trabajar en materias concretas de planificación o evaluación; de ese trabajo surgen productos que no son “ta- reas” sino componentes reales de la gestión institucional de las escuelas. En tercer término, tanto los eventos de capacitación como los materiales de trabajo entregados por el programa son evaluados por los directores como de enorme utilidad, por su claridad y su carácter práctico. Una estrategia de este tipo descansa fuertemente en las capacidades y habili- dades del consultor, algunas de las cuales fueron destacadas a propósito del de- safío de la “validación profesional”. 6 Sin embargo, en este caso las capacidades profesionales no serían suficientes si no estuviesen unidas a la generación de empatía con el director. Los casos estudiados son muestra clara de aquello. Los consultores son vistos por los directores como “parte de la familia de la escue- la”, los consideran personas abiertas y flexibles, con un claro compromiso por el mejoramiento de sus escuelas, además de profesionalmente idóneos. Un in- dicador inequívoco de esto es que, en ambos casos, los directores han solicitado al consultor de Mejor Escuela apoyo y consejo para abordar otras tareas de la gestión institucional, no directamente vinculadas con el programa. Otros aspectos de la propuesta de trabajo a nivel institucional no parecen en cambio haber sido desarrollados de forma tan satisfactoria. Así por ejemplo, una vez iniciada la implementación del programa, el trabajo con el sostenedor no habría representado una prioridad, al menos según la percepción de los actores locales. En una de las escuelas estudiadas se reportaron reuniones del consultor con el jefe del DAEM, destinadas a presentar los estados de avance y a hacer requerimientos específicos sobre el programa; en la otra el sostenedor no fue prácticamente mencionado ni se dio cuenta de un trabajo relevante a ese nivel. Todo lo anterior, a pesar de que en ambos casos los compromisos institu- cionales con el programa no han sido satisfechos a cabalidad. Dos cuestiones importantes de mencionar son los tiempos de los docentes y el trabajo de la escuela con otros programas de mejoramiento. Ambos factores son potencialmente un obstáculo a la implementación de Mejor Escuela. Cierta- mente, la capacidad de los equipos de gestión y los consultores para responder a estos contextos determina los efectos que estas situaciones pueden tener en el programa. Por ejemplo, respecto al trabajo simultáneo con otros programas de mejoramiento, en una de las escuelas estudiadas que comenzó a participar en la SEP, el consultor estaba reenfocando buena parte de su trabajo de asesoría para ayudar a la dirección a cumplir con los exigentes requerimientos de dicha normativa. En este proceso, los actores estaban descubriendo que participar en 6 En la sección “La llegada a las escuelas: de la sospecha a la aceptación” (p. 94).

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=