La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

98 Políticas de perfeccionamiento de los docentes en Chile 1990 - 2005: silencios y proyecciones estudiantil, tiempo de los docentes, posibilidades de manejo tecnológico, y en general al conjunto de recursos disponibles para dar cuenta del cu- rrículo. La proposición de medidas es generar, a nivel de una Superintendencia de Educación o de otra unidad equivalente, mecanismos que evalúen las propuestas en relación a los puntos que se han establecido previamente, para de esta manera exigir lo que sea viable, adecuando exigencias con recursos y condiciones. 3. Compatibilizar las demandas de formación inicial y continua. Esto tiene como objetivo articular las competencias que los profesionales de la educación deben poseer al momento de iniciar su labor, lo mismo que aquellas que van siendo demandadas gradualmente en función de las actuali- zaciones que debe asumir. La especificidad de ello reside en que se debe identificar, clasificar, jerar- quizar y sincronizar las demandas sobre los docentes, para diferenciar las que son indispensables de alcanzar para el desempeño de su profesión —corres- pondiendo entonces a su periodo de formación inicial— de aquellas que de- berá incorporar en el ejercicio de la misma, atribuibles al perfeccionamiento. La actualización debe implicar el diseño de caminos alternativos para el logro de las competencias profesionales, incorporando procesos de certificación de las mismas. Se entiende que en esto el proceso de formación inicial es crucial, sin embargo se trata de una acción de impacto de mediano plazo; por ello es aconsejable tener un plan con diversos escenarios. 4. Ajustar las exigencias del mercado docente a las competencias de desempeño de la profesión. Su objetivo, en este caso, es identificar las competencias de desempeño de la profesión y que forman el núcleo central que todo docente debe alcan- zar. Ello requiere de un proceso constante de actualización y validación, así como identificar si hay competencias diferentes por “submercados educacio- nales” y cuáles son comunes. Los procedimientos para identificar, jerarquizar y validar competencias deben ajustarse a las diferentes fuentes de información, entre ellas el mercado educacional, el mercado laboral, currículo y demandas sociales. Implica también alcanzar grados mínimos de consenso en lo que se en- tienda como educación de calidad, y precisar cuáles competencias debiesen ser desarrolladas en la formación inicial y cuáles en la formación continua.

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