La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena
89 Sebastián Donoso Dos programas impulsados por el CPEIP se omiten en el análisis. El pri- mero, de educación emocional, aparte de operar a escala reducida requiere más tiempo para evidenciar resultados sustentables. El segundo, de educa- ción a distancia, trata aspectos muy puntuales sobre los que existen suficien- tes antecedentes y no se observan aportes. El CPEIP impulsa otras iniciativas de formación de menor impacto cuantitativo, como el Programa OFT Prensa, que busca aportar a la formación en el manejo de los objetivos fundamentales transversales. Los programas dirigidos a la apropiación curricular, externalizados vía lici- tación a centros formadores de maestros, implicaron la entrega de un diploma de curso avanzado o de una especialidad o mención según la intensidad del programa. Los problemas más severos que muestran las evaluaciones realizadas están en la apropiación curricular (ISUC, 2005; Donoso, Cancino y Vidal, 2006, OCDE, 2004), donde los logros son exiguos. Ello se debe principalmente a dificultades severas en la formación inicial de los docentes, y al escaso dominio de los conceptos clave de la disciplina que enseñan, lo que se comprende como mala formación en la disciplina, errores conceptuales y de preconceptos, de relaciones y por tanto de las conclusiones a las que se espera llegar. Esta situación —vinculada con el problema más general de varias gene- raciones de estudiantes con errores fundamentales en sus procesos de forma- ción—, refleja una formación deficitaria en educación superior: no se puede enseñar bien lo que no se domina, incluso con la didáctica más avanzada. La disputa pendular entre formación disciplinaria y didáctica no tiene sentido: se requiere ambas. En una misma línea de discusión puede situarse la necesidad de imple- mentar una reforma curricular versus la importancia de cambiar las condiciones en las cuales se producen los aprendizajes. Ambas discusiones caricaturizan un tema más complejo, que es el de generar apropiación en los maestros. El perfeccionamiento docente sigue siendo un área no regulada, eviden- ciando con ello el problema de institucionalidad que afecta al sistema educa- cional chileno, en especial al Ministerio de Educación como garante social de la calidad educacional. Solo una parte del perfeccionamiento está bajo la supervi- sión del CPEIP (se excluyen programas de magíster de las universidades). Vista la formación continua desde la perspectiva política, Chile sigue mos- trando una falencia importante en el ajuste de sus respuestas al diagnóstico del sector. La crisis de la educación también afecta estos procesos. Las políticas de desregulación inherentes a la visión de mercado muestran a un Ministerio sin la institucionalidad necesaria para responder a sus debidas funciones. La oferta de formación continua es muy heterogénea y no tiene parámetros de calidad
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