La agenda pendiente en educación: profesores, administradores y recursos: propuestas para la nueva arquitectura de la educación chilena

75 Emiliana Vegas e internacionales, más probable será que se ejerza presión sobre los sindicatos de maestros para que apoyen reformas educativas sustanciales. El hecho de involucrar a los sindicatos de maestros tempranamente en el proceso de diseño de las reformas educativas genera pertenencia y acep- tación de las mismas, lo que ayuda a disminuir las probabilidades de que los sindicatos bloqueen su adopción o implementación. También puede ser muy beneficioso para el diseño de la reforma, dado que los maestros tienen amplios conocimientos prácticos acerca de su trabajo. Ciertamente, la participación del gremio también plantea riesgos en el diseño de las reformas de los incentivos docentes, incluyendo la posibilidad de “quemar” los incentivos reales contem- plados en la reforma. Finalmente, un contexto de remuneraciones y condiciones laborales ade- cuadas facilitará el apoyo del sindicato para la introducción de las reformas de los incentivos docentes. En Chile, por ejemplo, las negociaciones entre el sindicato de maestros y las autoridades del Ministerio de Educación en relación con la introducción de los incentivos basados en el desempeño se produjeron después de sustanciales aumentos de los sueldos docentes en todos los niveles. Es bastante posible que los gremios docentes se muestren más receptivos a los incentivos docentes basados en el desempeño si se les asegura que el nivel general de los sueldos y las condiciones laborales de todos los maestros son adecuados. Para terminar, es importante reconocer que, a pesar de que hemos arroja- do luces con respecto a la importante pregunta de cómo se deberían diseñar las reformas de incentivos docentes eficaces para mejorar la docencia y el aprendi- zaje, todavía quedan muchas áreas que requieren nuevas investigaciones. En primer lugar, pocos países han experimentado esquemas basados en el desempeño para los docentes de la región y, por lo tanto, solo pudimos extraer lecciones a partir de las (muy diferentes) experiencias de Chile y México. En segundo lugar, a pesar de que las reformas educativas son comunes en la re- gión, es raro encontrar casos en los cuales los hallazgos de evaluaciones sólidas hayan sido utilizados para informar el diseño de las reformas. En tercer lugar, no se abordaron importantes aspectos que afectan a quién ingresa a la carrera de pedagogía y permanece en la profesión docente, tales como los beneficios no salariales, incluyendo las pensiones, los seguros, etc. Finalmente, esperamos que las autoridades responsables de las políticas educacionales incorporen pla- nes destinados a realizar evaluaciones de impacto en el proceso de diseño de las reformas, de manera que se vuelva una práctica común aprender a partir de las experiencias propias y las de los demás.

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